Priscilla Barrera Ll.
El año pasado los vecinos de la calle Huelen en la parada 7 de Achupallas, en Viña del Mar, no podían más de contentos. Tras años de espera lograban tener pavimentada la arteria y empezar a mejorar su calidad de vida. Llegaban a su fin largas caminatas por un barrial insoportable en invierno y dejaban atrás los días polvorientos del verano.
Sin embargo, la alegría les duró poco, pues con la evidente mejora en el sector y un vasto sector que, según reclaman, sería convertido en un área verde por parte del Servicio de Vivienda y Urbanismo, Serviu, la llegada de vecinos y foráneos comenzaron a proliferar las tomas de terreno, echando por la borda la posibilidad de contar con un área de esparcimiento o simplemente una plaza que les siguiera mejorando la calidad de vida.
Jorge Miranda, dirigente de la junta de vecinos Santa Fe N°80, explicó que el gran problema son las "tomas" que han ido surgiendo durante los últimos meses y que han sido un retroceso para el progreso de la comunidad.
"El gran drama que tenemos aquí son las tomas. Las últimas tomas surgieron hace solo un mes. Esto iba a ser un área verde y no pasó nada. Las más antiguas llevan como 7 meses. Esa gente viene de todos lados y lo peor de todo es que no hay alcantarillado y hay guagüitas viviendo allí", planteó preocupado el dirigente.
Reunión con Serviu
Preocupados por esta situación, los vecinos de la parada 7 de Achupallas se reunieron ayer en la mañana con funcionarios del Serviu a quienes les plantearon la situación y la urgencia de que pueda concretarse el área verde.
"Nos dijeron que las tomas más recientes debieran salir hoy pero las más antiguas tienen para rato (...) El pavimento de la calle Huelen era un anhelo y venía unido con el área verde", añadió Miranda quien explicó que como una forma de evitar nuevas tomas, los mismos vecinos optaron por cerrar los frentes de sus propiedades.
"Los mismos vecinos autorizados por la junta de vecinos cerraron a costo propio", precisó el dirigente.
Lo que preocupa a los vecinos es que las tomas, no cuentan con ningún tipo de servicio básico y que la información que manejan es que son familias con niños pequeños.
"Un niño no puede vivir en esas condiciones (...) Se han tomado parte de la calle y parte de algunas propiedades, como es mi caso. Yo tuve que invertir para hacer un cerco para evitar que se sigan tomando el terreno. Porqué tenemos que nosotros incurrir en gastos si aquí había un compromiso", precisó Marcos Samuel.
Para los vecinos, la gente que ha llegado a las tomas es gente de mal vivir lo que se ha visto reflejado en robos que antes no ocurrían.
Robos
Los vecinos de la Parada 7 se quejan porque no sólo no han podido ver cumplido su sueño de tener su población bonita, sino porque además se han granjeado en forma gratuita un conflicto con los vecinos que han llegado a las tomas.
"El día que estuve construyendo el cerco hasta las 3 de la mañana me palabrearon todo el rato", admitió Marcos Samuel.
Otra de las vecinas acusó directamente a una de las personas que dirige la toma de haber ingresado a su propiedad.
"Es la tercera vez que ingresa a la casa. Tengo hasta fotografías. Se sube a robarme las paltas, pero la última vez estaba sobre el techo y de ahí a que entre a la casa no es mucho lo que falta", planteó Lucía Gutiérrez.
Para esta vecina lo más urgente es que saquen las tomas de este sector y que se concrete el área verde.
"Lo primero es que los saquen y lo segundo, para que no se vuelvan a tomar el terreno, que se genere un área verde, una plaza, poner máquinas, no sé, hacer algo en conjunto con los vecinos, la municipalidad, lo que sea, pero la idea es poder erradicarlos", precisó la vecina afectada.
Se adelantó
Antes de que se tomaran el frente de su propiedad, María Ojeda decidió cercar su frontis.
"Ya habían medido para meterse, lo habían subdividido en dos o tres partes así que imagínese las casitas que iban a poner. A mí también me han entrado a robar. Me han apedreado la casa, he optado por cerrar y eliminar los vidrios. Es gente que viene de todos lados",
La vecina se quejó de lo que califica como excesiva burocracia, al señalar que las únicas respuestas otorgadas por Serviu es que "van a ver el caso".
"Nosotros también somos parte de Viña y tenemos derecho a que hermoseen nuestro entorno", reclamó María Ojeda.
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Achupallas, Ermelinda Cisternas acusó que en este caso de la calle Huelén, nadie quiere ponerle el cascabel al gato.
"Nadie se quiere hacer cargo, se tiran la pelota de un lado para otro, no quieren sacar a las tomas, no hablo de las antiguas, pero estamos hablando de tomas actuales. Aquí hay como 9 o 10 familias que se tomaron terreno. Queremos saber dónde terminan los derechos de las tomas y dónde empiezan los derechos nuestros, de los que pagamos impuestos, contribuciones, agua y luz. Los vecinos ya no saben qué hacer", criticó la dirigente.