Nadie está libre: desvalijan casa de la gran promesa de Wanderers
Matías Marín, capitán de la Sub 17 y seleccionado chileno, sufrió el robo de gran parte de sus pertenencias en su hogar ubicado en El Olivar.
Es un tema de absoluta actualidad y que del cual, por desgracia, nadie está libre. Y es que hoy en día ni siquiera los futbolistas están a salvo de los robos y la delincuencia. Hace poco le tocó a Marcelo Salas (le robaron en su casa de Vitacura) y ahora fue una promesa de Wanderers, el juvenil Sub 17, Matías Marín Vega, quien vio como los "amigos de lo ajeno" se adueñaron de gran parte de sus pertenencias -y la de sus familiares- en su hogar ubicado en el tercer sector de El Olivar, en Viña del Mar.
Francisco Marín, padre del promisorio jugador caturro (los que lo han visto jugar... dicen que es un crack), nos entregó detalles de lo sucedido la noche del viernes.
"Yo vivo con una hija, mi nieto y Matías. Y el viernes, justo como a las nueve y media... diez de la noche, no había nadie en el departamento. Nosotros vivimos en un segundo piso y se metieron por una ventana. De seguro fueron cabros jóvenes, ya que uno no podría meterse ahí", nos relató el papá de Matías Marín, quien lamentó el robo de varios artefactos propios de un hogar.
"Dejaron todo desordenado, los veladores estaban todos dados vueltas y se robaron un LCD de 47 pulgadas que teníamos en el living, dos notebook que estaban arriba de la mesa, un play station que estaba con unos juegos y lo que sacaron de los cajones, se llevaron joyas, dinero... no tengo nada", relata con molestia este abnegado padre de familia que se gana la vida como gasfiter en el Hospital Gustavo Fricke.
En torno a la seguridad del sector, Francisco Marín dejó entrever cierta molestia, argumentando que "los vecinos vieron lo sucedido, llamaron a Carabineros... pero no llegaron nunca".
Tamaña sorpresa
Justo a la hora en que ocurrieron los hechos, el padre y la hermana mayor del juvenil wanderino estaban en la casa de un familiar en Curauma, mientras que Matías Marín había salido a visitar a su polola y madre de un pequeñito de apenas dos meses de edad.
"Yo salí a las ocho y media de la casa y el Matías retornó a las diez y media y se encontró con este panorama. De inmediato me llamó al celular y llamamos a Carabineros".
-Nos imaginamos que aquellas pertenencias fueron adquiridas gracias al trabajo suyo y de su familia...
-Nosotros somo trabajadores al igual que todos, no más. Pero igual da rabia, ya que cuesta ganarse la plata y las cosas.
Lo expulsaron
A la mañana siguiente del robo -y pese a no dormir del todo bien, por razones obvias- el joven Marín tuvo que jugar en Mantagua el partido entre Wanderers y San Luis por la Sub 17, pleito en donde resultó expulsado... por "chasquearle los dedos" al árbitro.
"El Matías andaba triste, pero jugó igual el sábado en la mañana. En el primer tiempo lo echaron... y nunca le había pasado algo así", recalcó Francisco, mientras que Matías señaló que "tenía la cabeza en otro lado y por eso me expulsaron. Igual ando con rabia, he andado medio perseguido estos días".