Redacción - La Estrella de Valparaíso

Marito, símbolo de la Teletón 2015 en Valparaíso, padece de microcefalia. La noche que Valparaíso se transformó en un infierno, en una caldera, este niño de 15 años, junto a su familia, debió huir de su casa que era consumida por las llamas que desde la parte alta de la ciudad bajaban por las quebradas como lenguas de fuego, como bestias hambrientas por devorar todo a su paso. Desde su silla de rueda, Marito observaba cómo el cielo ardía y los cerros humeaban.

Desde entonces, del 12 de abril de 2014, no ha sido fácil la vida de Ana Arancibia, la madre del pequeño Mario. Ella vivió en el campamento Tiro al Blanco de la calle El Vergel, del cerro La Cruz, por cerca de 15 años, en compañía de sus padres y hermanos.

Esta mujer sufre artrosis severa que le provoca fuertes dolores en la columna, y por esa razón el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) la certificó con un 28% de discapacidad.

Ana cuenta que Marito además de microcefalia sobrelleva diparesia espástica, epilepsia y déficit intelectual, enfermedades que son semanalmente tratadas en la Fundación Teletón. Y hace dos años su vivienda y la de sus familiares y amigos sufrieron el embiste de un mar de fuego que oscureció a la Ciudad Puerto.

Casa propia

Pero tras la magnitud de esa tragedia, se asomó una esperanza que terminó con un sueño cumplido para Ana: una vivienda propia, nueva, construida con altos estándares de calidad y seguridad, completamente regularizada, que incluyera además, todas las medidas de acceso universal necesarias para la movilidad de su hijo.

Tras el incendio del 2014, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) le otorgó un subsidio del Plan de Reconstrucción de Valparaíso, bajo la modalidad Construcción en Sitio Propio, que se tradujo en la vivienda en la que actualmente viven: una casa de 85 metros cuadrados, de material sólido, tres dormitorios, cocina, living-comedor, baño, balcón y un espacio destinado a un negocio de almacén, el que le permite generar el sustento económico diario necesario para la familia. "Es excelente el acceso que tenemos ahora, sobre todo para Marito. La casa fue confeccionada para él, accesible hasta el último rincón de la casa, por lo que estamos felices. Ahora Marito tiene su rampa", dijo Ana Arancibia.

28% de discapacidad, tiene la madre de Mario, Ana Arancibia.