Fabián San Martín D.
En menos de una semana dos carabineros de una comisaría porteña fueron víctimas de ataques a mordiscos.
La semana pasada un joven de 25 años quiso robar una patrulla policial en Plaza Aníbal Pinto, y tras huir a pie fue detenido por efectivos de la Octava Comisaría Florida. Fue llevado al Van Buren a constatar lesiones, donde el sujeto -como si se tratara de un zombie- aprovechó para morder en el brazo izquierdo a un carabinero, que tuvo heridas menos graves.
El nuevo ataque se produjo en la plaza El Descanso, en calle Cumming con Atahualpa. Allí un grupo de sujetos bebía alcohol y alteraba el sueño de los residentes. Uno de los bulliciosos, J.D.R.A., 19 años, no tenía su cédula y cuando lo subían al furgón para llevarlo al cuartel, enojado mordió en la mano a un carabinero de la Octava Comisaría Florida.
Peligros
El Infectólogo Marcos Huilcamán, de la clínica Ciudad del Mar, se refirió a los riesgo de la mordeduras humanas. "A veces tienen mayor riesgo incluso que la mordedura de animales, por la cantidad de bacterias y organismo que hay dentro de la boca del hombre. La posibilidad de infección es muy alta y hay más peligro en zonas más complicadas como las manos, cara y cuello".
Dijo que en caso de ser mordido, lo ideal es poner la zona afectada bajo el grifo y dejar que el agua escurra por varios minutos. Pero si la lesión es más profunda, hay que asistir a un centro asistencial para recibir tratamiento. La infección local se enfrenta con antibióticos, incluso con la vacuna contra el tétano en algunos casos, pero si la situación es más grave es necesario cirugía, ya que en casos puede ocasionar amputaciones. En el contacto el mordido y el agresor estan proclives a infecciones por estafilococo aureus y diversos tipos de estreptococos, y enfermedades transmisibles como VIH y virus de la hepatitis B. Huilcamán aclaró que si en una mordedura quedan marcados los dientes sin ruptura de piel, como niños cuando juegan, no se corre riesgo, pero si hay músculos, huesos y tendones comprometidos el panorama es más complejo. "La mayoría de las veces estas heridas se infectan y de prevención se dan tres a cinco días de antibióticos. Cuando no se revierte la infección que está en zonas articulares y óseas, hay que llegar a la cirugía. Cuando ello no mejora hay que recurrir a la amputación".
Higiene
Los más perjudicados en caso de ser mordidos son los inmunodeprimidos (trasplantados y pacientes con VIH, entre otros). Si la persona que muerde además está bajo el efecto de las drogas y el alcohol, el peligro puede ser mayor. "Esto por la higiene personal del agresor que no es la óptima. Pueden tener muchas caries o ser portadores de enfermedades de transmisión sexual, lo que es más complicado para la mordida", remarcó el Infectólogo de la clínica Ciudad del Mar.