Manuel Gómez Poblete
Tan alto como los 69 globos blancos (uno por cada año que tuvo en vida) que fueron ofrendados al cielo por dos de sus sobrinos nietos, voló -pero en vida- el maestro del periodismo deportivo regional y ex jefe por más de dos décadas de la sección Deportes de La Estrella de Valparaíso, Alfredo Villalobos Silva, quien fue despedido y sepultado ayer en el cementerio Parque del Mar, en Concón.
Luego de ser velado -a petición suya- en su querido Club Orompello, sus restos fueron trasladados unos pocos metros cerro arriba hasta la Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza, lugar en donde el vicario parroquial, Salvatore La Terra, pidió por el eterno descanso de "Alvisil", ante una iglesia repleta de familiares, colegas y amigos del Premio Nacional de Periodismo Deportivo en el año 2007.
Periodistas de la vieja guardia, ex colegas y personeros ligados al mundo deportivo, al igual que sus camaradas de cientos y miles de pichangas en la "Guay de Valparaíso" o sus amigos del "Club de Toby", siempre en el cerro Esperanza, despidieron con respeto -y entre aplausos- a Villalobos, quien, entre muchos premios, también fue distinguido como Ciudadano Ilustre de Valparaíso.
Encaminando el consuelo de sus familiares, entre ellos, su hija Claudia Villalobos (que viajó desde Estados Unidos para acompañar a su padre), sus tres hermanas y su actual pareja, Cecilia, el padre La Terra indicó que "la explicación de la muerte está en la fe", agregando que "la muerte no es la última palabra, sino que la gloria del cielo" en la que Villalobos, de seguro ya debe estar "echando la talla" con 'Superocho' Alarcón, 'Tuto' Lara y tantos otros amigos que se adelantaron al popular "Pera" Villalobos, como le decían sus camaradas de la prensa.
Su último destino
Ya en el Parque del Mar -y bajo un sol abrazador- otro importante grupo de amigos, colegas y cercanos a Villalobos, lo acompañó hasta su último destino. Fue quizás el último de sus "Perfiles Deportivos", los mismos que hasta hace poco en La Estrella, eran reconocidos en las columnas de "Posición Adelantada", siempre muy leídas los días miércoles.
Ya en el campo santo -y en una posición privilegiada, justo al centro del prado principal (como en mitad de cancha, en el ámbito futbolero)- quedaron los restos de Villalobos, quien, tras batallar como pocos (superando incluso tres infartos), fue despedido entre elogiosos conceptos y anécdotas que marcaron su vida. Historias como la del "pernil diet" o las de sus viajes -a pura amistad- fueron desclasificadas en un ambiente ya más bien íntimo y, por sobretodo, de mucho respeto.
Su hija Claudia, su sobrino-hijo Sebastián y su cuñado Oscar "Chaflán" Valdés, le brindaron sentidas palabras a "Alvisil", lo mismo que Carlos Paredes, a nombre de la comunidad del edificio Camilo Henríquez; quien junto a Manuel Mejías (director de El Líder de San Antonio) y Daniel Lillo (presidente del consejo regional Valparaíso del Colegio de Periodistas de Chile) nos hablaron de las cualidades humanas y deportivas de Alfredo Villalobos, el cual, incluso fue recordado a través de su propia voz, al emitirse su particular discurso tras recibir el Premio Nacional de Periodismo Deportivo, en diciembre del 2007.