Un gran susto se llevaron ayer una madre y su hijo que fueron víctimas de un nuevo 'portonazo' en Valparaíso.

El delito se perpetró cerca de la 01.00 de la madrugada en el Barrio O'Higgins, específicamente en la calle Julio Zegers. A esa hora la comerciante D.Z.F.G., 40 años, llegaba a su domicilio en compañía de su hijo F.F.F, de 23 años. Lo hicieron en el vehículo particular de ella, una Chevrolet Trail Blazer año 2014 de color burdeo. El delito ocurrió cuando ingresaban a un estacionamiento arrendado en un colegio, a escasos metros de su hogar. Cuando el joven descendió a abrir la reja, su madre fue abordada por tres sujetos a rostro descubierto y premunidos de armas de fuego. Con improperios y bajo amenaza de muerte, le exigieron que saliera del volante, y para evitar una desgracia mayor ella accedió. Los antisociales subieron al vehículo y escaparon en dirección desconocida, sin efectuar disparos ni golpear a las víctimas.

Carabineros de la tenencia O'Higgins fueron al procedimiento, pero no pudieron ubicar a los ladrones. Más tarde, cerca de las 02.15 horas, la policía uniformada fue alertada que el móvil se encontraba abandonado en la calle Santa Lucía con Camino Cintura. Estaba sin ocupantes y en buen estado. Trascendió que la víctima del 'portonoazo' es hija de un comerciante, que años atrás fue asesinado por un precoz delincuente cuando repartía mercadería en Rodelillo.

Carabineros remitió los antecedentes del robo con intimidación al Ministerio Público local.

Fabián San Martín D.

Un impresionante arsenal confiscó la PDI porteña a una organización criminal de Viña del Mar dedicada al narcotráfico y otros delitos.

El subcomisario Héctor Guenante, subjefe de la Brigada Antinarcóticos de Valparaíso, señaló que hace dos meses junto a la Fiscalía Regional seguían los pasos a una peligrosa banda dedicada a la venta ilícita de estupefacientes.

Fueron arrestadas cuatro personas y se decomisó tres kilos y medio de droga: 1 kilo 800 gramos de marihuana prensada y 110 gramos de 'cogollos', 950 gramos de cocaína base y 450 gramos de clorhidrato de cocaína. También cuatro balanzas para el pesaje. El decomiso fue avaluado en 10 millones de pesos y una vez dosificada las sustancias alcanzaban para fabricar 10 mil dosis.

Arsenal

Sin duda lo más impresionante de la diligencia fue la incautación de material bélico y elementos de seguridad. En cuanto a armamento se recuperaron un revólver calibre 32 y una pistola 9 milímetros, ninguna encargada por robo. Se incautaron más de un millar de municiones: 79 cartuchos calibre 32 para escopetas, 178 tiros para pistola 9 mm, 286 balas calibre 22, 221 proyectiles calibre 12, 132 cartuchos calibre 16, 24 calibre 20, 74 calibre 7.65 para rifles, 16 municiones 5.56 y 59 tiros calibre .38 para revólveres. Además dos chalecos antibalas, uno azul similar al de la PDI y otro verde como el de Carabineros; gorros pasamontañas, grilletes de seguridad, un aparato electroshock y dos granadas de humo. También una camioneta Hyundai Tucson. El subcomisario Guenante dijo que si bien los chalecos antibalas tienen los colores institucionales de las policías, no está claro que fueron utilizados en los delitos por falsos carabineros o detectives. Sobre la gran cantidad y variedad de municiones, el oficial sostuvo que es materia de investigación la procedencia y utilidad, pero lo más seguro es que eran destinadas por la pandilla para protegerse de quitadas de droga de bandas rivales, o para delitos contra la propiedad como robos con intimidación o con violencia.