Nicole Valverde S.
A primera hora de ayer el lujoso crucero transatlántico "Queen Mary 2", insignia de la empresa Cunard, arribó a la bahía de Valparaíso como parte de su "Viaje por el Mundo en 120 días". En su travesía, la nave zarpó en Southampton, Inglaterra, el 10 de enero pasado. Luego, atracó en Punta Arenas el 12 de febrero, y su próximo destino será Pape'ete, de la Polinesia Francesa.
Una vez en la ciudad Puerto, el crucero de inmediato fue abordado por personal de la Policía de Investigaciones (PDI), quienes realizaron diligencias y recopilaron información sobre la desaparición del joven tripulante chileno, Favio Oñate, de 26 años, quien el 15 de agosto habría caído sobre la borda del "Queen Mary 2", en Bermudas.
El procedimiento finalizó a eso de las 15 horas de ayer, cuando los funcionarios policiales abandonaron las inmediaciones portuarias junto al fiscal Denys Paves, quien encabezó las inspecciones. Se retiro sin entregar mayores detalles al respecto y destacando la colaboración de todos los involucrados.
Quien ahondó un poco más en el tema fue el capitán de Puerto de Valparaíso, Sigfrido Ramírez, quien aseguró que "las labores se realizaron sin inconvenientes y hubo cooperación por parte de la administración del barco para que la policía civil realice sus funciones".
Manifestación pacífica
Mientras eso ocurría en el "Queen Mary 2", los 1.353 pasajeros que debían desembarcar (de los 2.300 a bordo) comenzaban a salir desde el Valparaíso Terminal de Pasajeros (VTP).
Afuera los esperaban familiares y amigos de Favio Oñate, quienes viajaron desde Rancagua para manifestarse de forma pacífica, con el fin de informales acerca de lo ocurrido con el joven tripulante, además de exigir justicia y conocer la verdad de los hechos acontecidos en el momento de su desaparición.
Allí desplegaron un lienzo, mostraron pancartas con las fotos de Favio, y entregaron un informativo escrito en español y en inglés que decía: "Somos los amigos y amigas de Favio Oñate, chef del Queen Mary 2 que tras 6 meses de su desaparición abordo aún no obtenemos respuestas".
Los pasajeros extranjeros que venían a bordo del transatlántico salían apurados del VTP hacia los taxis que los llevarían a sus distintos destinos. Algunos se hacían los desentendidos del tema y ni siquiera recibían el informativo de parte de los amigos de Favio.
Otros, en cambio, comprendían la manifestación y estaban un poco más informados sobre el tema, pero se limitaban a entregar una opinión al respecto por respeto a la familia del chef.
Ninguno de los presentes, que conocen a Favio de toda la vida, se convence de que el joven quisiera atentar contra su vida.
"El informe que se entregó desde Bermudas es información muy vaga y basada en muchas especulaciones, y está llena de contradicciones. Sabemos que hubo una persona que estuvo con él en un baño antes de los sucesos y tampoco sabemos quién es, y tampoco está su declaración", aseguró Segundo Oñate, padre del joven.
Y emocionado al borde las lágrimas, agregó: "Como padre tengo la fe y la certeza de que Favio nunca habría cometido algo en contra su vida. Mi hijo era una persona muy feliz, amaba su trabajo. Y la misma empresa Cunard nunca tuvo una queja de él. Entonces no entiendo nada".
Los padres y hermanos de Oñate esperan que Cunard le haga entrega de los registros de video de las cámaras de seguridad a la justicia chilena, que ahora está encargada de la investigación, a través de la Fiscalía Metropolitana Sur de Santiago.
La familia ha gestionado todo con el apoyo de un grupo de abogados que han costeado con sus propios medios.
Por otro lado, la empresa Cunard, sólo se limitó a entregar una declaración a los medios donde aseguran que han estado cooperando con todas las partes legítimamente interesadas, y que mantienen contacto con la familia.