"No hago canje; el que quiere mi ropa, compra"
Diseñador viñamarino Jorge Zúñiga viste a la socialité local que va a la gala y critica a los rostros que piden prestado...
Como es de suponer, el vestuario y los accesorios serán uno de los temas más comentados de la gala del Festival de Viña. Pero... ¿sabía usted que son bien pocos los famosos que se meten la mano al bolsillo para invertir en sus trajes? Esto es porque la mayoría de ellos realiza un "canje" con los diseñadores, es decir, piden prestados los vestidos o el smoking, a cambio de que citen los nombres de sus creadores todas las veces que puedan.
Uno de los que está en contra de esta práctica es Jorge Zúñiga, el reconocido diseñador de Rubinstein, la tradicional sastrería de 10 Norte 806 que por décadas ha vestido a novios y a la socialité viñamarina. "No hago canje y hoy día (ayer) justamente veía en los matinales que los diseñadores están aburridos de hacerlo porque los vestidos que se requieren para este tipo de eventos son carísimos y generalmente son para mujer de talla 36 y 38 (...) Te das cuenta que un vestido de Carolina de Moras que vale hasta $10 millones, nadie después lo compra. Entonces estás haciendo una inversión gigante para un evento en el que a veces te nombran y a veces no. Por eso yo tengo la política del que quiere mi ropa, tiene que comprarla", aseveró.
El diseñador, que todavía se está recuperando del robo que sufrió hace más de un mes, comentó a La Antorcha que por esta misma razón casi nunca atiende a rostros de la farándula.
"Hasta este momento sólo han venido personas del mundo empresarial y político que muchas veces asisten a la gala más para cumplir una labor social que por gusto. Ellos son los que nos hacen correr porque para hacer un smoking a la medida necesitamos unos 30 días. Con una semana podemos preparar un concepto que se llama 'sobre medida', que es un smoking prefabricado que se toma y se adapta", explicó.
Ricardo Núñez, diseñador de vestuario femenino que trabaja para Rubinstein, detalló que también tienen atuendos para las damas y que varían dependiendo la edad de la clienta. "Las que son mayores, siempre solicitan que sean de manga larga, pero las más jóvenes se arriesgan por los colores y escotes porque tienen el cuerpo para hacerlo. Eso sí, para la alfombra roja lo ideal es que sean hasta el suelo, tapando los zapatos y con un poco de cola que se arrastre", indicó.