Virginia Reginato recuerda el día en que actuó en el Festival
Todavía no se casaba y pertenecía a un grupo folclórico. Tanto le gustaba que quiso ser cantante.
No es secreto que Virginia Reginato es la fan N°1 del Festival de Viña del Mar. Ella lo deja claro cada vez que puede y durante los días en que se desarrolla el evento, se le ve más contenta que nunca. Pero hay algo que no muchos saben y que la alcaldesa no cuenta de buenas a primeras y es que ella misma participó en el show, cuando el certamen estaba recién partiendo y los artistas se presentaban arriba de una humilde tarima ubicada en el sector donde está el Palacio Vergara.
Cuando Coty Reginato era una adolescente y todavía no pensaba en casarse, le dijo a su padre que quería dedicarse al canto en forma profesional. Pero su padre se opuso firmemente. Y ella, hija obediente, le hizo caso. "Si me hubiera dedicado al canto, quizás hoy no sería alcaldesa", cuenta sentada tras su escritorio de autoridad.
-Pero cuénteme cómo fue su participación en el Festival.
-Debe haber sido el año '61, porque el '62 me casé y no podría haber estado metida en eso. Teníamos un grupo de amigas que estudiábamos con una profesora de guitarra y teníamos un conjunto folclórico. Y no me preguntes cómo ni por qué, porque yo era una alumna más. No sé quién nos solicitó y fuimos a actuar al Festival de la Canción como parte del show. Éramos muchas amigas, me acuerdo que tocamos música folclórica y bailamos danzas pascuenses y cuecas.
-¿Qué edad tenía?
-Debo haber tenido como veinte años. Me acuerdo que actuamos en la tarde y no fue en ningún escenario que ustedes puedan imaginar. Era en un pradito que estaba al lado del museo de Bellas Artes, donde se hace la exposición canina. Era un escenario así (muestra con sus manos una altura de unos 40 centímetros) y eran puras bancas donde se sentaba la gente. Con ese grupo actuamos en varias partes, competimos en un concurso en el Casino... Yo tocaba guitarra y no lo hacía nada de mal, fíjate. Y cantaba también... Cantaba en la micro, jajajá.
-Es un lindo recuerdo.
-Muy lindo. En mi juventud lo pasé muy bien. Después estuve en otro conjunto, que se llamaba Alborada.
-¿Y todavía toca la guitarra?
-Me gustaría. Todos los años me digo "este año voy a tomar clases de guitarra" para así tocar, si no uno no lo hace.
-¿Tocaba sólo folclor u otros estilos?
-De todo, hasta tango. Pero el folclor que me gustaba más, podías tocar una cueca o una tonada, pero también me gustaban mucho los boleros.
-Dicen que usted canta muy bien.
-Cantaba, cantaba... Ahora ni en la ducha canto. Cuando suena un bolero antiguo que me guste, me acuerdo de la letra y me pongo a cantar. Me gustaban "El día que me quieras", "La vereda tropical".
-¿Alguna vez pensó dedicarse seriamente a la música?
-La verdad es que me hubiera encantado ser cantante, ser una Gloria Simonetti. Pero mi papá, cuando le dije que quería estudiar canto y dedicarme a eso, casi se murió. En esos tiempos eso era algo imposible. Para mí fue imposible. Yo creo que si hubiera sido cantante no hubiera sido nunca alcaldesa.
-¿Nunca le han dicho que haga una humorada y cante en el Festival? Su colega José Sabat lo hace en el Festival de la Nueva Ola de Villa Alemana.
-Nooo. Él se atreve, pero yo no. Después dirían que estoy haciendo publicidad y que me estoy aprovechando.