Cuando los hijos se interponen en la vida de pareja
Al crecer los niños, se hace cada vez más difícil encontrar momentos de intimidad. Es clave establecer límites.
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La situación es así. Una joven pareja toma la decisión de irse a vivir juntos y, cómo no, el sexo se vuelve cada vez más frecuente y desinhibido. Hasta que -sorpresa- aparecen los hijos. Cuando estos son pequeños, la vida sexual puede retomarse rápidamente con relativa facilidad, ya que la mayoría de las parejas aprovecha los largos períodos de sueño de sus retoños.
Sin embargo, cuando éstos ya llegan a los siete u ocho años, su cansancio disminuye y su curiosidad aumenta, por lo que no es extraño encontrarlos por todos los rincones de la casa, incluyendo, por supuesto, la pieza matrimonial. Es en estos momentos donde se producen las interrupciones y traumas, las que conllevan, inevitablemente, a una vida sexual menos activa y menos satisfactoria.
Por lo mismo, el psiquiatra y autor del libro "El hijo malvado", Fredric Neuman, recomienda educar, desde pequeños, a los hijos con respecto al respeto por la privacidad de los otros miembros de la familia. "Algunas familias son más relajadas ante el hecho de, por ejemplo, cambiarse de ropa frente a sus seres queridos, mientras que otras son más reservadas. En ese sentido, todos los padres creen que su método es el correcto. Sin embargo, yo defiendo la postura de que el derecho a la privacidad debe ser un valor familiar importante", explicó.
Para esto, la puerta cerrada es clave. Cuando los niños alcanzan los siete u ocho años, los padres deben enfatizar en que la privacidad es parte esencial en el respeto mutuo que deben tenerlos miembros de la familia. Eso conlleva que las puertas de los dormitorios estén cerradas cuando alguien duerme o se viste. La idea es que esta costumbre se vuelva natural. Una vez que se alcanza esta naturalidad, es primordial que tanto padres como hijos, al encontrar una puerta cerrada, toquen antes de entrar. Así, los padres podrán tener sexo de manera cómoda incluso cuando sus hijos estén despiertos.