Director de Viña: "Cuando chico quería ser micrero"
Álex Hernández quería ser chofer de micro, trabajó como DJ y hoy es el hombre detrás de cámaras en el Festival de Viña.
¿Cómo quieres que te recuerde la gente un unos cuantos años más? "Me estai matando ¡qué miedo!", responde Álex Hernández, director de TV de Chilevisión y cuyo currículum bien podría sitiarlo en el podio de los mejores del país. Sin embargo, ante nuestra pregunta, prefiere ser cauteloso y dejarle esa duda a las personas.
Es que poco a poco, el director del Festival de Viña del Mar ha ido cimentando su carrera. Es más, confiesa que, cuando pequeño, lejos de querer estar detrás de una cámara, lo suyo era estar tras un volante.
"Cuando chico quería ser micrero, me gustaba cómo manejaban y daban el vuelto y, además, el sonido de los frenos de aire. Andaba en bicicleta e imitaba el ruido de los frenos 'fssssss'...", relata el penquista sobre sus primeros intereses. Luego, agrega, "me gustó mucho la fotografía, leer, escribir y veía mucha televisión".
Sin embargo, "una vez vi cómo se hacía tele… un backstage de una teleserie que dirigía Ricardo Vicuña, que después fue mi profesor. Ese fue el momento mágico. Quise ser director de tele". "Me acuerdo que lo comenté en el colegio en uno de esos consejos de curso que preguntan esas cosas y varios compañeros se rieron y otros no. Una compañera comentó que ella me veía en eso, porque podría vestirme como quisiera y dejarme el pelo largo", añade.
Sus recuerdos
¿Quién es Álex Hernández? Cualquiera con un mínimo de conocimiento televisivo podría decir que fue el director del extinto "Mekano" o el actual hombre que echa andar el Festival de Viña del Mar. No obstante, más profundamente, él dice que es "el mismo soñador de siempre".
Esos sueños se forjaron en Concepción, ciudad en la que nació, dio sus primeros pasos y donde llevó una vida llena de contrastes. "Eran los 80, plena dictadura. Conce siempre ha sido una ciudad a la que no le cuentan cuentos y siempre hay espíritu. Además había rock, Los Tres, Los Cuatro Amigos del Doctor, Emociones Clandestinas.... grandes bandas y otras malísimas, pero que tocaban igual", rememora.
Muy cercano a los controles y las mesas, Álex fue DJ en una famosa discoteque penquista de los 80, la hoy desaparecida Gatsby, en la que, según cuenta, Jaime Tallar le nombró "Dj muy chico" y "me pasó las tornamesas y su confianza", puntualiza.
Para ese entonces, a su cabeza vienen los recuerdos de protestas, rock, música pop, los trasnoches de lunes a sábado y al colegio a las 8 de la mañana.
"Concepción es el lugar donde se identifica mi alma, una ciudad emocional y efervescente, una ciudad de intelectualidad y pasión, donde pasan muchas cosas simultáneamente. Es una ciudad que debería enorgullecer a cada uno de sus habitantes por ser un lugar donde se ha construido gran pare de la historia cultural, musical y política de Chile", dice.
De hecho, cuando viaja a su lugar de origen, hace un repaso de todas aquellas cosas que lo transportan al pasado. "Recorro los mismos lugares siempre: Talcahuano, Laguna Redonda, Lan B, el centro, los helados o granizados frente a la Plaza", enumera. Es que para el director de TV ir y transitar por Concepción es como un rito: caminar y recordar. "Cada esquina es un momento importante", sostiene.
Pese a su trayectoria en televisión, Alex Hernández afirma que "nunca me he creído el cuento de la tele". "La hago porque me gusta la comunicación y siento que es un gran privilegio trabajar contenidos para la gente, mi intención siempre ha sido que la gente cuando vea mi trabajo en televisión lo pase bien. Lo más lindo de eso es que muchas veces y en lugares muy diversos se me han acercado personas que me dicen que lo han pasado la raja viendo los programas. Frases como: me hicieron más fáciles las quimioterapias o me lo bailaba todo frente a la tele... eso es maravilloso", confiesa.
Modo festival
El éxito se lo toma con delicadeza y con altura de miras. Por eso es que su carrera se ha forjado de esa manera. Ahora, la versión número 57 del Festival de Viña del Mar lo tiene trabajando de cabeza.
"A nivel de puesta en escena, las sorpresas vienen por el lado de la iluminación, donde se ha incrementado bastante la cantidad de equipamiento, sumándose equipos de última generación con posibilidades no vistas aún en Chile. Asimismo, esto va de la mano con un sistema automatizado de motores de velocidad variable de gran rapidez, que lograrán gran dinamismo en escena con movimientos importantes y muy notorios durante los shows, además de ir generando diversas atmósferas. Nuestro iluminador, Luis Pastor, está hace meses diseñando todo para que sea notable", adelanta.
A eso agrega que la presente edición del certamen será distinta a la versión 2015, pues significará la incorporación sin timidez de las redes sociales. "Son audiencias críticas, que generan humor y opinión con gran rapidez y esto lo haremos presente mediante lo que hemos llamado wall social, que en rigor es un sistema de recepción de contenidos de internet, los que serán agrupados por temas y tendencias y luego enviados a una gran pantalla de la escenografía", explica.
La creación y visualización de nuevos conceptos es gracias al equipo que integra, el que, dice, durante todo el año va evaluando, analizando y creando la parrilla y conceptos asociados al festival. Este comité es interno de CHV, luego hay una comisión de promoción, que es en Viña, con la que se reúnen todos los meses y es ahí donde ya le dan el OK a todo para ser concretado.
En esa instancia se aterrizan las ideas de manera muy democrática, muy conversada y en consenso.
Eso sí, se asume muy detallista y minucioso de toda la vida. "Es algo que me produce ansiedad con la que he tenido que aprender a vivir ", confidencia.
¿Expectativas? "Las mejores", indica.
"Este año tendrá una presencia internacional de 160 millones de espectadores, eso nos ha desafiado. Generar un discurso en todo, desde lo audiovisual a lo artístico que sea chileno, arraigado en nuestro país, en la historia y en lo familiar, en la nostalgia pero además en la búsqueda de espacios a nivel internacional con modernidad e identidad, eso debido a la expansión vía Turner y por el interés que genera Viña en todo el mundo hispano".
Sé quien quieras ser
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"Aunque te parezca raro mis sueños al respecto han sido cumplidos y otros aún no. Los cumplidos fue ver a Jorge González, el retorno de La Ley además con Zeta y Pedro Aznar. Ese año la noche de Lionel Richie con Rick Astley es un sueño desde que fui Dj de la discotheque Gatsby de Conce. De los que aún no se cumplen, está el regreso a Viña de Charly García".
Mientras espera al músico argentino, Álex Hernández se plantea sus desafíos como director. Cree que lo principal es compatibilizar ideas y energías para lograr un resultado que deje felices a quienes intervienen.
Y si tuviera que recomendar a otros su profesión, lo haría a ojos cerrados. "Tengo la bendición de trabajar en lo que me gusta. Hay algo que me enseñaron en mi casa y es el cariño por lo que se hace (...) Seas director o contador, periodista o garzón, hay que querer la pega que se hace", sentencia.