Estamos anulados
Una muy mala señal fue enviada a la ciudadanía al declararse admisible el proyecto que anula la Ley de Pesca, dejando un preocupante precedente para todas las demás leyes que regulan las actividades productivas de nuestro país. Igual de preocupante son las razones de algunos parlamentarios para querer anularla, principalmente infringir un daño a los industriales pesqueros. Lo que no ven es que los más perjudicados somos una vez más los trabajadores, que dependemos de las inversiones de largo plazo.
Como cualquier trabajador en Chile, estamos conscientes de que las leyes pueden y deben ser mejoradas, pero anularlas es una total irresponsabilidad, dado que dejan a la actividad productiva sin ninguna regulación, provocando un perjuicio a todos los sectores, y en este caso, también a los recursos hidrobiológicos.
Se ha puesto en entredicho la seriedad de nuestro país en materia legislativa, por cuanto deberá comunicarse a la FAO que detenga la revisión de la Ley de Pesca, porque el Congreso Nacional ha decidido iniciar su anulación, y probablemente se le enviará otra más adelante.
Seguramente solo sea una señal política, para lo cual escogieron el camino menos prolijo.
Eric Riffo Paz