Fabián San Martín D.

Apareció un nuevo caso de presunto maltrato de gendarmes a internos del complejo penitenciario de Valparaíso.

Ayer en la mañana La Estrella fue testigo en el patio de maniobras de la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Van Buren, de un amplio operativo de Gendarmería, a través de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios (Usep). Fuertemente armados, los custodios bajaron de un carro celular a ocho internos que ingresaron a la posta a constatar lesiones.

La concurrencia de los reclusos era la respuesta de la institución a una denuncia interpuesta por la Organización No Gubernamental (ONG) "81 razones", que preside César Pizarro. Su hermano mayor fue una de las 81 víctimas fatales del incendio de la cárcel de San Miguel en diciembre de 2010, por ello crearon una entidad sin fines de lucro que fiscaliza se cumplan los derechos humanos de los privados de libertad.

Módulo 112

En ese sentido, Pizarro cuenta que fueron informados que a las 10.00 horas del pasado lunes, cerca de una decena de internos condenados del módulo 112 -para castigados y separados por protección- fueron reprimidos de forma violenta por gendarmes con objetos contundentes y patadas en distintas partes del cuerpo, sin una justificación, salvo que a uno de los presos, aparentemente le habían encontrado un celular en su celda. La ONG informó del caso en la cárcel porteña a la Defensoría Penal, el Instituto de Derechos Humanos y a la propia Gendarmería, entre otros organismos. Conocida la situación, la Defensoría Regional dispuso que los defensores penitenciarios realizaran las entrevistas de rigor para saber con mayor precisión lo sucedido. Al igual que en hechos similares, la institución evalúa adoptar medidas legales. Para César Pizarro, el penal ubicado en La Pólvora está en el ranking de los que más vulnera los derechos de los internos a nivel nacional. "También tenemos denuncias de ingreso de droga, robo de pertenencias a los internos, tratos vejatorios, corrupción en cambios de módulos y maltratos a las visitas. En Santiago se regula un poco más el tema, pero en Valparaíso existe un mayor desamparo", recalcó Pizarro.

El lunes la ONG "81 razones" interpondría un recurso ante la Corte. Extraoficialmente en Gendarmería reconocieron la medida de llevar a los presos al hospital tras la denuncia de la ONG, pero no estuvieron disponibles para entregar una versión pública de lo acontecido.

El susto de su vida se llevó un porteño, luego de toparse a boca de jarro en su casa con dos asaltantes.

El hecho se produjo cerca de las 22.00 horas en una casa de la calle Mercedes en el cerro Los Placeres. A esa hora el trabajador J.P.N., salía de una refrescante ducha cuando en el pasillo se encontró con dos desconocidos, que habían ingresado a su residencia con claras de intenciones de robar joyas, dinero, entre otras especies. La víctima, que se hallaba sola, enfrentó tenazmente a los hampones, que si bien no le dispararon, le cortaron la cara con el arma blanca antes de escapar sin conseguir su objetivo de sustraer especies de valor. El lesionado fue llevado a la posta del Van Buren donde le diagnosticaron herida cortante facial y en la extremidad izquierda de carácter menos grave. Carabineros de la Tercera Comisaría Norte remitió los antecedentes del caso al Ministerio Público, que dejó al afectado citado a declarar a ese organismo. El lesionado tras ser atendido fue remitido a su domicilio, donde se recupera en forma satisfactoria de la desagradable experiencia.

Un tenso cara a cara en el tribunal de garantía de Valparaíso tuvieron una madre y su hijo.

De acuerdo a la formalización del Ministerio Público, la víctima S.D., de 45 años, señaló que a las 10.45 horas tuvo una airada discusión con su hijo I.S., de 18 años, en su hogar de la población Palmas de Ocoa, parte alta de Los Placeres. El joven no halló nada mejor que tomarla de las brazos y zamarrearla, por lo que ella alertó a Carabineros del retén cabo 1° Juan Silva Toro, los que acudieron al domicilio y arrestaron al muchacho. Al día siguiente fue formalizado por lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar. Se determinó la suspensión del procedimiento, con la condición que el retoño acuda a un tratamiento de control de impulso al hospital siquiátrico Del Salvador o a su consultorio más cercano.