Jóvenes llegan hasta el Santuario de San Expedito a rogar por sus estudios
Cada verano, cientos de universitarios se acercan hasta el "santito de las causas urgentes" para pedir que les vaya bien. Así también para agradecer los "favores concedidos", ya que algunos confesaron pasar los ramos "de milagro".
En medio de las placas que dicen "Gracias por el favor concedido", los trozos de cabello y las fotos de bebés que con un mensaje declaran haber sido sanados de terribles enfermedades, los jóvenes se hacen un espacio para solicitar ayuda por sus estudios. Es así como cada verano, cientos de universitarios y escolares de diferentes edades, llegan hasta el Santuario San Expedito de Reñaca para rogar o dar gracias por su futuro.
Un ejemplo de ello es Víctor Ponce, un calerano que estudia Biomecánica en la Universidad Técnica Federico Santa María y que junto a su familia, siempre se hace un tiempo para visitar al famoso "santito". "Yo creo que en estas fechas más se viene a agradecer que a pedir porque uno reflexiona por todo lo que pasó en el año pasado y da gracias. Yo por mi parte vine a agradecer por la universidad porque me fue bien con los ramos y porque sentí que fue contestada mi petición. El año pasado, en las vacaciones de invierno, vine a pedir por esto y ahora ya pasé a tercer año", manifestó contento.
Abuelitas piadosas
En el Santuario, que está ubicado a un costado al lado de la Parroquia, también llegan las buenas abuelitas que se esmeran en suplicar por sus nietos. Gloria Acevedo, que viene desde Valparaíso, explica que a sus dos nietos "les cuesta entender porque son muy desconcentrados" y que uno incluso estuvo a punto de repetir el curso. "Mis nietos son muy regalones y buenos niños, pero bastante desordenados. Yo comprendo que eso sea parte de su edad, pero no quiero que fracasen. Por eso vengo de vez en cuando a pedirle a San Expedito que los ayude y les mueva ahí la materia gris para que se concentren y así ha sido. Ahora me gustaría venir a colocar una placa de agradecimiento porque el que estuvo a punto de repetir se salvó", indicó la mujer, aliviada.
Los turistas, que principalmente llegan al lugar para tomar fotografías, también se animan a pedir milagros. Un joven, que se identificó como Aurelio Galante, cuenta que desde que viene a veranear a Chile se preocupa de tener un momento espiritual. "Mi familia no comparte esto, pero yo creo que todo es fe. La fe mueve montañas, dicen. Por eso, como en los últimos veranos he estado viniendo, trato de pasar unos minutos aquí y pedir que me vaya bien. No sé si sea este tipo (apunta al cartel de oraciones de San Expedito y ríe), pero desde que lo hago siento que me va mejor. Y bueh, cada uno con sus cosas, ¿no?", expresa.
En el Santuario se pueden apreciar varios agradecimientos por esta causa, como también por motivos económicos. "Mi hija quería ir a la universidad, pero no estaban los recursos. La única forma de que pudiera hacerlo es que la becaran y lo veíamos difícil porque a la clase media poco la toman en cuenta. Así que me animaron a que viniera acá a pedir y funcionó. Ahora vengo a pedir que le vaya bien en su segundo año", señaló Úrsula Vidal, quilpueína.
El resto de los presentes, venían a rogar por trabajo, salud y hasta por sus mascotas.