Verano bajo el agua: todos a bucear como Jacques Cousteau
Como el capitán del Calypso, si lo suyo pasa por hacerle el quite al calor, nada mejor que hundirse en el refrescante mundo marino y ponerle al deporte. En eso la escuela de buceo ValpoSub es carta con clases en Barón y Torpederas.
Guillermo Ávila N. - La Estrella de Valparaíso
Su fondo, cubierto de llamativas praderas de algas y rocas donde deambulan crustáceos y peces de tonalidades más bien grisáceas a tono con la corriente de Humboldt en este lado del Pacífico, invita al refrigerante chapuzón estival. Y al deporte. Si alguien supo de eso fue el francés Cousteau, padre del buceo moderno.
¿Experiencias intensas bajo el agua? Nada como el saber bucear. Ahora que es verano y las playas están saturadas de gente que acecha en las orillas, enfócate en zambullirte unos metros más adentro, para que tu estado de placidez se mantenga temperado.
Y es que el paraíso de los buceadores sibaritas es de este planeta, y en Valparaíso se pueda dar una conversación bien acuática.
Por eso, que una escuela de buceo asome en la superficie porteña, motiva empaparse de su filosofía.
Fernando Argandoña, instructor Padi y líder del Centro de Investigación y Desarrollo del Patrimonio Subacuático "Valpo Sub", creado en 2004, es el hombre a echar al agua en esto del conocimiento.
Su data parte con un capital semilla de Corfo y galardonado por Sernatur (en 2013) como el más destacado emprendimiento turístico Pyme liderado por una mujer a nivel nacional llamada Mery Salazar, su directora.
Respecto a los cursos de buceo, incluyen el manual y uso de todo el equipo autónomo, esto es: traje, botella, regulador, máscara, snorkel, botines, plomos, aletas, chaleco compensador. "El alumno sólo debe traer las ganas, traje de baño y una toalla", es el tentador llamado de Fernando Argandoña a la mar.
Si se quiere lanzar con tuti a las profundidades, en ValpoSub atienden de martes a domingo, de 9:30 a 18:30 horas. Su teléfono: 2592852. "Las clases: en el Muelle Barón, en ocasiones vamos a otros lugares como Punta de Choros y hoy en Las Torpederas".
Al fondo acuático
Precisamente allí es donde lo encontramos, en medio de un día nublado pero con el agujero de ozono perforando la piel.
Bien equipado, Argandoña apela a las bellezas de la zona. "En Valparaíso tenemos naufragios y bajerías (peñones que emergen del mar), muy lindos, llenos de peces y vida marina", manifiesta el también ingeniero y que ya lleva 25 años en esto. "Practico buceo desde niño, primero apnea: sólo a pulmón, aguantando la respiración; y luego buceo scuba, con aire".
En esta época se le suman a su empresa alumnos que realizan la práctica profesional de carreras como Turismo Aventura. Tal es el caso de David Jin, de Rengo, y con un aire a lo Mati Fernández. Como el crack de La Roja, también domina las técnicas deportivas, pero las del balón de oxígeno y aletas. "Es una bonita experiencia, el trabajo es buena onda. Esta semana tengo que hacer cursos a 30 personas en Punta de Choros", afirma Jin, de ascendencia coreana y que procede a socorrer a una joven.
Se escucha que es demasiado difícil nadar allá abajo. Que los oídos zumban, y la corriente está fuerte.
La joven que Jin ayuda es Isidora, socióloga de Viña del Mar. "Es el medio ejercicio. Ya llevo un mes buceando. Me encanta", desliza a la salida del mar, mientras se quita las gotas de agua que todavía nublan su vista. Y se da tiempo de recomendación: "Lo mejor es mantenerse tranquilo. Saber respirar para no ponerse nervioso".
Al rato, otra chica llamada Paloma, que cursa primero medio y vive en Agua Santa, explica que está desde diciembre, cuando partió con el examen teórico de la Armada -"es más peludo"- y que consta además de siete clases con vídeo.
Y es que algo de aquí se ve en los documentales de lugares perdidos, lejos de los arrecifes y corales de aguas turquesa pero que igual asemeja una travesía exploradora submarina.
¿Listos? Tomen máscaras, el tanque bien puesto. ¡Al agua! Es el anuncio ahora de Fernando Argandoña, pasadas las tres de la tarde. Su grupo, de unos diez alumnos, en esta ocasión saben que deben aguantar el aire hasta llegar al fondo. Luego, agarrarse a una roca, con la aleta firme. Las técnicas y el manual están en la práctica. Eso lo sabe su instructor, Fernando. "Me crié en Antofagasta, todos los verano la pasábamos en la playa, ahí aprendí a conocer el mar y lo maravilloso que es". Ya de adulto, se le dio el buceo scuba, con cursos de buzo deportivo autónomo.
Burbujas
Lo fundamental es tener las ganas, actividad segura si se cumplen los principios básico del buceo. Por eso es importante tomar un curso formal de la actividad, donde se enseña física del buceo, primeros auxilio, tablas de descompresión, reglamentación, entre otras materias, a juicio de Argandoña. "Tenemos los protocolos de emergencia en caso de accidentes. Nuestro staff está capacitado y tienen los conocimientos en primeros auxilios", asegura el instructor. Además, cuentan con equipo de oxígeno y vehículo de traslado en caso de accidente.
Diego Campos es de Las Condes, en Santiago. Junto a otros dos yuntas, se animan al curso. "Había buceado antes, me fascina el mundo marino".
Para emociones fuertes y con agua fría, nada como el neopreno, el aliado de los buzos. Cuanto más ajustado el traje, mejor. Y así lo entienden todos, y Diego, quien antes de sumergirse por última vez, lanza una crítica: "La contaminación es lo más peludo. No puede ser que en lugares donde desarrollamos esta actividad deportiva, aquí en Valparaíso, nos encontremos con basura".
Cursos y precios
ValpoSub cuenta con dos tipos de cursos: licencia de la Armada, DGTM Y MM, válida solo en Chile, y todo lo que respecta de Padi: licencia internacional válida en Chile y el mundo. Cada curso tiene una duración de cinco días.
Los Valores. Curso Armada: 220 mil pesos. Licencia Open Water Padi $260.000, y en caso de optar por ambas certificaciones, junte las 300 luquitas.
Ojo, si tiene problemas a los tímpanos o las vías aéreas obstruidas, lo crucial es no arriesgarse a incursionar en el buceo.
Otra consulta: ¿Cuánto dura un tanque con aire?
Argandoña aclara: "Todos preguntan eso. El tiempo es relativo, depende de factores, de la profundidad en la que se bucee, el consumo, temperatura del agua, actividad bajo el mar".
Tres niños se lanzan un piquero desde un roquerío en Las Torpederas. Los buzos ya recogen su equipaje. La van los espera. Atrás quedan maravillas submarinas, la fauna acuática y, quien sabe en esta loca costa, algún naufragio.