Llegaron los tiburones mako a la Caleta Portales
Pero no se asuste, porque están muy lejos de la orilla, y el kilo de carne se está vendiendo barata.
"El pez es el único animal que crece después de muerto", dice uno de los refranes más respetables del noble y sacrificado oficio de la pesca artesanal. Y es que los hombres de mar de la Caleta Portales, por estos días se han visto bendecidos con una corriente de aguas cálidas que trajo hasta la bahía porteña a los tiburones mako. Hermosos y carnosos peces que vienen como anillo al dedo en los tiempos de vacas flacas.
Además, este es un acontecimiento poco común en Valparaíso, que dura una pequeña temporada, y que les da mucho trabajo a los pescadores. Porque no cualquiera tiene la fuerza y la valentía para adentrase a la mar a más de 20 millas, y pescar con anzuelo a estos tiburones, que no son caza fácil, porque son fuertes, bravos y sí que dan la pelea.
"En ésta época vienen temperaturas de afuera, y agarran la corriente que vienen del Ecuador. Pero por aquí pasa una cola no más, y hace que el agua se ponga más cálida y ahí vienen los tiburones, entre otros animales", explica don Luis Labbé, un pescador antiguo de tomo y lomo, que se encontraba desenredando las redes, tras la agotadora jornada en alta mar.
Rico y barato
Don Luis dice que cada uno de estos tiburones mako puede llegar a pesar unos 18 kilos, e incluso más. "Tiene una carne rica y sin espinas. Yo lo preparo sin batido, porque no es necesario hacerlo frito, así a la pura mantequilla o al horno. Y antes, hay que dejarlo en agua reposando para que bote una gelatina natural. Acá nos dan poca plata por el kilo. Los mismos comerciantes lo compran hasta por $1.300 pesos. Y después lo venden hasta por 4 lucas y dicen que es albacorilla. La gente tiene que aprender a comer pescado", dice.
2 mil pesos, por kilo de carne piden en la Caleta Portales. Aunque los comerciantes lo suben.