Bailarina acusa a su ex de raptarla y ultrajarla durante dos días
En una visita al hospital la mujer pudo alertar a una enfermera, y el agresor escapó al ver la presencia de Carabineros.
Lo que era un viaje a la ciudad patrimonial para disfrutar en compañía de su hija, terminó siendo una pesadilla para una bailarina, que denunció haber sido atacada sexualmente por una ex pareja.
De acuerdo al relato de la víctima, identificada como C.C.S.V., de 47 años, vino al Puerto desde San Felipe para ver a su hija. Cerca de las 20.00 horas transitaba por la plaza O'Higgins, cuando se encontró con su ex conviviente J.L.G.R., de 46 años. Ella asegura que el hombre la intimidó con un arma blanca y amenazó de muerte, obligándola a que caminaran abrazados como si fueran una pareja.
El tipo la trasladó hasta un conocido motel ubicado en la avenida Pedro Montt, donde pagó una habitación por toda la noche. Bajo amenaza, el hombre la forzó a tener relaciones sexuales en reiteradas oportunidades.
Al día siguiente la bailarina se mantuvo junto al sujeto deambulando por la plaza O'Higgins y sus alrededores, donde la víctima señala que por miedo no se atrevió a pedir ayuda a los peatones.
De acuerdo a su testimonio, cuando oscureció el individuo la trasladó hasta la calle Hontaneda, detrás de una sede universitaria, donde la retuvo otra noche más. Allí otra vez la conminó bajo amenaza a que tuvieran relaciones íntimas.
Fueron al hospital
Ya con luz natural la mujer le rogó a su ex conviviente que la llevara hasta el hospital Carlos Van Buren, porque estaba enferma de los riñones. El accedió y juntos arribaron al recinto asistencial.
Cuando la bailarina entró a una sala a recibir atención médica, aprovechó la ocasión para contarle su calvario a una enfermera, por lo que la funcionaria de inmediata dio aviso a Carabineros.
No obstante el agresor al ver movimiento policial decidió escapar en dirección desconocida. Al cierre de esta edición se mantenía prófugo de la justicia.
La policía uniformada dio cuenta del hecho a la fiscal María José Bowen, especializada en delitos sexuales, quien dispuso que a la víctima le constataran lesiones en la Unidad de Urgencia Ginecológica, y le extrajeran muestras biológicas para acreditar la agresión sexual. Las evidencias fueron remitidas posteriormente para análisis al Servicio Médico Legal.