Jugadores compulsivos tienen cerebros especiales
Los gamers estarían más preparados para nuevas informaciones y estímulos.
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Aunque se crea que es simplemente un gusto exagerado por los videjuegos, la verdad es que los compulsivos por esta práctica, también llamados gamers tendrían una particularidad en su cerebro, asociada a una hiperconectividad de varias partes de la red cerebral.
Según reveló una investigación realizada por la Universidad de Utah en colaboración con la Universidad Chung-Ang de Corea del Sur, los cerebros de los gamers responden mejor a nuevos estímulos e información.
Las diferencias halladas entre el cerebro de un jugador obsesionado y un cerebro normal "muestran que, en su mayoría, pueden ser consideradas beneficiosas. Pero estas ventajas pueden estar irremediablemente ligadas a problemas, según informó el autor Jeffrey Anderson, profesor de neurología en la Universidad de Utah.
Otras diferencias están asociadas a su vez con una mayor tasa de distracción y un peor manejo y control de los impulsos.
El trastorno del juego en línea es muy común en Corea del Sur donde jugar es un acto mucho más social que en Sudamérica, EE.UU. o Europa
Los adolescentes que acusan este trastorno suelen llegar al punto de no comer o dormir por jugar, algo no tan extraño en los cibercafés de China y Corea del Sur. El estudio muestra cómo ciertas redes neuronales de sus cerebros que procesan la visión o el oído gozan de una mejor coordinación con la denominada red de relevancia o atención del cerebro.
El trabajo es centrar la atención a los eventos importantes que ocurren, preparando a la persona a realizar una acción.