Un brutal hecho ocurrió el domingo, cuando una menor de siete años sufrió un bestial ataque del perro de un vecino, en el sector de Placilla Alto.

Eran cerca de las 19.30 cuando la pequeña Monserrat caminaba en compañía de su madre por la avenida España y de improviso se le abalanzó el perro, quien la mordió directamente en el rostro, causando impacto en la madre quien no pudo hacer nada para detener el ataque.

El padre de la menor, Sandro Aranda, cuenta que los dueños del perro fueron quienes detuvieron al can, sacándolo a la fuerza de la cara de la víctima en una maniobra muy poco cuidada. "Ellos sacaron al perro a la fuerza y de lo único que se preocuparon fue de esconderlo adentro, para que nadie lo vea", cuenta Sandro y acusa que los dueños de "Shamer" no se preocuparon de prestarle ninguna atención a Monserrat, quien yacía en el suelo con el rostro sangrante. "La niña me decía que 'el tío' le sacó el perro y la dejó ahí botada; mi hija estaba allí sangrando", señala.

Inmediatamente, los papás de la menor la llevaron de urgencia al hospital Van Buren, donde entró a pabellón para someterse a una cirugía reconstructiva. Luego de cerca de 3 horas de operación, Monserrat salió de la sala de cirugías, pero permanece hospitalizada para ver su evolución.

El diagnóstico era oscuro, pues además de la mordedura del perro, la maniobra en que sacaron al perro de su cara no fue la correcta, ya que lo extrajeron a la fuerza y le rajó la cara, dejándole un profundo corte de 15 centímetros en el rostro, que tuvo que ser cosido por los especialistas. Además, quedó con otras marcas en las orejas, el mentón, la frente y otros puntos de la cabeza.

EL TRAUMA

Sandro cuenta que cuando conversó con su hija, esta se mostró muy afectada por lo sucedido y aún está muy asustada por el ataque que sufrió. "Me dijo que no quiere volver a la casa. El perro sigue viviendo allí, entonces no se que voy a hacer para calmar a mi niña cuando vuelva a casa, porque el doctor dijo que tenía que quedar hospitalizada unos cuatro días", explica Sandro.

Agrega que ya puso la denuncia en carabineros, pero le dijeron que no podían hacer nada con el can. Aseguró que pondrá acciones contra los dueños del perro, al que describe como "grande y robusto, es mestizo; mezcla de Rottweiler con Pastor Alemán".

"Ese perro es muy bravo y siempre se arranca de la casa. Tienen puesto un letrero que dice que el perro es bravo, pero eso no sirve de nada si la reja está siempre abierta para que el perro salga", indica el afectado padre.

El hombre asegura que ésta no es la primera vez que el animal se ve envuelto en un hecho similar. "Ese perro es bravo y ya ha mordido ha varias persona, incluyendo adultos y niños", dice Sandro y recalca que los vecinos están indignados con lo ocurrido. "Todos acá estamos cansados del perro y queremos que se valla porque ya ha mordido ha varias personas más, los vecinos le reclamaban al dueño y le decían '¿Esto tiene que pasar para que te lo lleves?', estamos cansados de esto", relata Sandro, aún afectado por el ataque del que fue víctima su hija. J

Gran conmoción en los vecinos de la población Glorias Navales de Viña del Mar, generó un brutal homicidio de un joven de 18 años, ocurrido durante la tarde de ayer.

Según lo señalado por vecinos del sector de Nuevo Horizonte, pasadas las 15.30 horas dos jóvenes se enfrascaron en una discusión que terminó súbitamente cuando se escucharon dos disparos.

De inmediato los vecinos llamaron a carabineros, quienes llegaron a alrededor de las 16 horas para constatar que uno de los jóvenes permanecía muerto con un disparo en el rostro. Posteriormente llegó más contingente policial y miembros de laboratorio de criminalística de la Policia de Investigaciones para cercar el lugar y comenzar la investigación del crimen.

Junto al cuerpo del fallecido, se encontró un cartucho de escopeta, que habría sido el arma homicida. Según la declaración de algunos testigos del hecho, el sujeto que disparó la escopeta portaba también una pistola, la que no habría sido usada contra la víctima.

La persona fallecida fue identificada con las iniciales P.W.C.J; de 18 años, quien tenía domicilio en el mismo sector donde ocurrió su homicidio.

El subcomisario de la PDI, Rodrigo Gallardo, señaló que horas después de haber ocurrido el asesinato, un joven de 17 años se entregó en la plaza Vergara reconociendo su autoría en el hecho, y de momento se sigue investigando su relación con el crimen. Hasta el cierre de esta edición, no se ha requisado la escopeta con la que se disparó a quemarropa a P.W.C.J; y hay versiones encontradas entre los testigos, quienes han señalado que era un arma hechiza y otros, que era una escopeta recortada.

La razón por la que se habría desarrollado la discusión y el posterior disparo sería aparentemente una deuda de dinero que la víctima tenía con su asesino.

Desde la PDI, señalaron que por ahora, el caso se sigue investigando para encontrar más antecedentes sobre el hecho. J