Planeta de los simios
Mi sentido común me dice que no debo actuar como una bestia, que no debo responder a provocaciones, que no debo ser agresivo ni atentar en contra de mi prójimo. ¿Qué hago entonces si es que de pronto voy tranquilamente caminando con mi familia como cualquier ciudadano y me encuentro de frente con una horda de delincuentes como son algunos de los integrantes de las mal llamadas barras bravas del fútbol chileno? Si las condiciones permiten este tipo de acciones y las autoridades son contemplativas y se escudan y blindan en el fracasado "Plan Estadio Seguro", si estas avalanchas de bestias furiosas arremeten contra todo lo que les perezca y sin importarles absolutamente nada, ¿Deberé entonces protegerme solo? Portar armas es ilegal para el chileno común y corriente, sin embargo, en vista de los acontecimientos ocurridos en Valparaíso y que de paso salpicaron a Viña, cada vez que haya fútbol en la región, especialmente cuando jueguen Colo Colo, U. de Chile y Wanderers, y deba salir a la calle por alguna razón, no me va a quedar otra alternativa que portar un arma y usarla si es necesario. Sé que si lo hago tendré una condena real y efectiva, no así el antisocial que acuchilla o destroza un auto en nombre de su supuesto amor al club que dicen amar, así funciona el sistema, así funciona Chile, el delincuente en la calle a sus anchas, la gente encerrada. Lo de ayer domingo en Valparaíso fue como ver en vivo y en directo la grabación de una escena del planeta de los simios.
Sergio Moya Bugueño.