Calor hizo añicos zapatos y calcetines en Lo Vásquez
Los calcetines de Juan Andrés, que proviene de Conchalí, no resistieron la caminata hasta el "Santuario de Nuestra Señora Purísima de lo Vásquez". Con 25° de temperatura, se hicieron añicos al hacer contacto con el asfalto caliente de la Ruta 68 y como consecuencia, se le quemaron los pies. Sin embargo, a Juan Andrés no le importa. Su misión era llegar en las condiciones que fuera y para él, ésta es una misión más que cumplida. "Ésta es la vigésima vez que vengo y el próximo año también lo voy a hacer. Vengo porque esto me ha dado alegría, fortaleza, plata y porque aunque seamos hipócritas o de la religión que seamos, él siempre nos toma cuenta. Hablo de Alá, porque Alá es mi dios, por la virgen igual, pero Alá la lleva. Me vengo a pata' pelá desde Pajaritos porque mi sobrino me deja ahí y cuando llego acá al santuario, me arrastro y me da lo mismo quemarme", declara jadeando de cansancio. Luego se pone de rodillas y se dirige así hasta el interior de la iglesia. En 15 minutos llega hasta donde está la imagen de la virgen y reza. A su lado, se encuentra Iván Dawson, novicio de la Compañía de Jesús.
"Es mi segundo año aquí y para mí ha sido un momento de mucha gracia y de la presencia de Dios en la vida nuestra. Ha sido muy bonito la esperanza con que vienen las familias para encomendar sus sueños y toda su vida en este santuario. Hay muchos que vienen por cumplir una manda porque se ha sanado un familiar de una situación bien dolorosa y hay otros que han estado metidos en la drogadicción y en el alcoholismo y que han podido salir. Hay muchas historias bonitas", dice.
Juan Andrés termina de hacer sus ruegos y comienza a retroceder de rodillas por donde mismo llegó. Algunos feligreses lo corretean a un lado porque no se da cuenta que los pasa a llevar con su tremenda mochila, pero él insiste en que tiene que salir así porque no hay que darle la espalda a la "virgencita". Al rato llega Felipe Guzmán, un joven que perdió sus zapatos en el trayecto. "Me puse los más cómodos y los más carreteados para caminar varios kilómetros desde Huechuraba, pero murieron a mitad de camino. El calor está brígido y no traje de repuesto", manifestó.
La gente que no se arrastra y que simplemente entra a mirar, está con sus celulares tomando fotos a los casos más llamativos. Uno de ellos es el de Juan Chávez, un hombre que se vino de Quilicura caminando y que ahora es acompañado por su esposa Teresa Vega y su hija Tábata. "Él lo hace por sus hijos. Su hijo Juan tuvo meningitis a los seis días de vida y fue sanado y su hija Tábata había nacido con una malformación y la virgen la sanó. Entonces ahora va a arrastrarse dos veces para arriba y para abajo como agradecimiento", explicó la señora, que iba con una botella de agua haciéndole el aguante. Juan, que apenas habla del cansancio, sólo pide un poco de consideración por la "alfombra" de piso flotante que está ubicada en el frontis de la iglesia: "Se re calienta con el calor y quema las piernas y rodillas".
cuncunas
Otros feligreses se arrastraban como cuncunas y coreando canciones. Para ellos, todo valía por la fe. "Mi hija sufre un problema sicomotor, pero sé que si sigo viniendo y trayéndola, ella sanará", dijo Sonia Castillo, mamá de Denisse Cerón.
De acuerdo a la información facilitada por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se estima que llegarán unos 800 mil peregrinos ya sea caminando, en bicicletas o vehículos. Desde las 16.00 horas la Ruta 68, fue cerrada para el trásito desde Valparaíso a Santiago y de las 17.00 horas desde Santiago a Valparaíso.
Por esta razón, quienes necesitaban viajar hacia la Capital, debieron hacerlo por la Ruta 5 Norte, tomando el enlace de La Calera hasta la Ruta 60-CH o bien, la Cuesta La Dormida.
Todo volverá a la normalidad a las 23.00 horas de hoy martes. J