Como rápido cayeron rápido se fueron. Del incontable número de personas que causaron desordenes y destrozos tanto fuera como dentro del estadio Elías Figueroa de Playa Ancha, sólo hubo 14 detenidos. Y ayer, tras pasar por el control de detención en el Juzgado de Garantía de Valparaíso, once de ellos quedaron en libertad; y los otros tres están hospitalizados en el Carlos Van Buren, con lesiones graves y en calidad de detenidos.

La tónica en la Sala 4 fue: "la salida alternativa mientras se cumple el plazo de investigación".

Ocho de los imputados fueron formalizados por desórdenes públicos graves. Otros dos, quedaron con orden de investigación por maltrato a obra de Carabineros. Ninguno de ellos podrá ingresar a un estadio en 60 días. Mientras que el último detenido por desórdenes públicos, quedó suspendido condicional, con un año de prohibición bajo la Ley de Violencia en los estadios.

Querellas

Por otro lado, el alcalde (s) porteño, Jaime Varas, junto al abogado de Asesoría Jurídica Municipal, Erick Zúñiga, interpusieron una querella en el Tribunal de Garantía por daños a bienes municipales, nacionales de uso público e imagen ciudad, contra quienes resulten responsables de los destrozos que afectaron a la comuna.

Sin duda, la fotografía que marcó la jornada fue la de la camioneta Kia cubierta de sangre en la que un grupo de caturros fue cobardemente atacado por una turba de hinchas de Colo Colo.

Según lo consignado por los ocupantes del vehículo y testigos del incidente, el vehículo circulaba en dirección al estadio mientras sonaba el himno de Santiago Wanderers por la radio, lo que fue escuchado por unos barristas albos que caminaban por el sector y aprovecharon que el auto estaba detenido por el semáforo para atacar con palos, piedras y cuchillos a los ocupantes del vehículo.

En el auto viajaban cinco personas, de las cuales dos escaparon cuando vieron que se les abalanzaba la horda de agresores.

En el vehículo permaneció el conductor, identificado como Oscar Larrua; el copiloto, Jaime Martínez y un tercer ocupante que viajaba en los asientos traseros. Oscar y Jaime fueron quienes se llevaron la peor parte del ataque, ya que recibieron impactos de proyectiles, golpes con palos y certeras puñaladas.

Desde la familia de Oscar, señalan que cuando escaparon del lugar, los heridos ingresaron al hospital Carlos van Buren. Jaime ingresó con una herida penetrante toráccica a la sala de observación de la unidad, donde fue intervenido y se mantiene recuperándose, mientras que Oscar fue atendido en el centro de salud, pero no quedó hospitalizado y durante la tarde de ayer regresó al hospital para recibir curaciones. J

Es uno de los jugadores símbolos del plantel de Wanderers, pero también jugó -y con bastante éxito- por Colo Colo. Tenía en cierto modo el corazón divido, pero a la hora de analizar lo sucedido en Playa Ancha, Carlos Muñoz fue tajante y contrario a los violentistas.

"Es una pena todo esto. Siento una gran rabia y tristeza por todo lo que está sucediendo en el fútbol chileno, me parece lamentable lo sucedido, ya que bien pudimos lamentar una tragedia aún mayor. Estamos con mucha pena, con mucha rabia por lo que sucedió en la cancha, era un lindo partido, nosotros queríamos ganar los tres puntos, Colo Colo venía por el campeonato, pero todo se vio empañado por delincuentes que se están adueñando del espectáculo".

-Y eso fue sólo el final, ya que incluso antes del partido hubo problemas. Nosotros, por ejemplo, tras salir del hotel no pudimos hacer el recorrido habitual y tuvimos que venirnos por la parte alta de Valparaíso, subir Santos Ossa, casi llegar a Placilla y llegar por arriba porque habían incidentes en el centro de Valparaíso. Uno intuía algo así, pero fue tremendo después lo que pasó en la cancha. Y si la solución estuviese a la mano, ya la habrían tomado. El tema es complicado, ya que no son dos o tres, sino que son cientos los delincuentes que ingresaron a la cancha, se robaron todo y no les importaba nada. Ojalá que con los registros de imágenes y cámaras sirvan para identificarlos, ya que este tipo de gente ni siquiera tienen que andar por las calles, ya que son personas bastante peligrosas para la sociedad". J