Tener un amigo flaco y feliz ayuda a la salud
Las emociones, así como las enfermedades, son sumamente fáciles de contagiar. Lo explica José Martínez Selva, un catedrático de psicobiología de la Universidad de Murcia. "Tenemos una tendencia a imitar y reaccionar ante los demás con los mismos comportamientos que vemos en ellos. En unas ocasiones se trata de gestos simples, y en otras, afecta a pautas más complejas como emociones", afirma.
Por eso, agrega, las personas con las que nos relacionamos influyen directamente en nuestros sentimientos y ánimo.
Entre las emociones más susceptibles de ser imitadas están, por ejemplo, la alegría, la tristeza y el llanto. Estas son conocidas como emociones simples. Otras, en cambio, son más complejas: el desgano, la indiferencia y los celos, entre otras.
De las conductas imitables, hay seis que preponderan por sobre el resto:
1. Los kilos de más. Está científicamente comprobado que tener amigos obesos aumenta las posibilidades de convertirse en uno.
2. El miedo. Existe un fenómeno llamado psicosis colectiva, en el que el temor o paranoia se va contagiando.
3. El estrés. Por muy desarrollada que tenga su paciencia o disciplina zen, estar con alguien estresado puede convertirlo a usted en un ser humano estresado.
4. La picazón. "Incluso una conversación sobre los picores o ver a alguien rascarse puede provocar el deseo de rascarse", dijo el dermatólogo Gil Yosipovitch.
5. La felicidad. "Las personas positivas saben fabricar felicidad en ellas mismas y también en las de su entorno", asegura José Carrascosa, psicólogo, especialista en entrenamiento emocional.
6. El éxito. "Las personas exitosas contagian ilusión y confianza, tienen eso que llaman magnetismo, que es un intercambio emocional más allá de la lógica", dice Carrascosa. J