Un fuerte estruendo, que fue sentido a lo largo de toda la avenida Perú, alertó a los vecinos que a eso de las 11.47 horas yacían en el sector. Pablo Trujillo, un obrero que se encontraba pintando una reja en el frontis del edificio "Santillana del Mar", casi llegando a la esquina de 5 Norte, contó a La Estrella que se sintió tan fuerte, que incluso pensó que se trataba de la caída de un muro. "Estaba aquí mismo cuando sentí el estruendo que fue tremendo, como una explosión cotota. Primero pensé que había sido por una pared que se había caído del edificio, pero no, era porque algo había explotado en el interior de un departamento", relató todavía impactado por el sonido.

En efecto, en uno de los departamentos traseros del edificio contiguo, explotó un cilindro de gas. De acuerdo a las primeras informaciones, todo se habría suscitado porque un gásfiter que estaba haciendo labores de soldadura, tuvo un descuido con el soplete.

"cara quemada"

Pamela Pavez, residente del edificio en donde Pablo Trujillo estaba pintando la reja, señaló que luego de que sintió el estruendo, vio salir mucho humo. "Cuando vi que salía humo de este lado (señala para atrás del inmueble), vine corriendo y ahí me di cuenta de lo que ocurrió: se había salido la puerta, las ventanas y todo lo del departamento se había volado. Subí a ver y estaba todo destrozado. Me encontré con el gásfiter, que se estaba mojando en una pileta y cuando le pregunto que pasó, se levanta y me doy cuenta que tiene toda la cara quemada y sus manos, con una tremenda ampolla. Estaba muy grave, con su nariz desfigurada", manifestó.

Pablo, el pintor de rejas, también lo vio. "Algunos vecinos salieron corriendo a ayudar y ahí vi que salió con toda su cara quemada. Apenas podía hablar. Luego llegó la ambulancia y se lo llevó", declaró.

Pero no sólo el gásfiter, que fue identificado como Andrés del Carmen Figueroa Figueroa, de 67 años, se vio afectado. También una mujer que justo había salido a tomar aire al balcón. "Ella se asomó porque estaba haciendo unos arreglos en su departamento y cuando se quedó en el balcón, a los minutos se produjo la explosión y todo el vidrio de la ventana le cayó en la espalda. Yo la vi y se quejaba de mucho dolor y también se la llevaron al hospital", apuntó Pamela Pavez.

Enrique Tapia, otro vecino que le prestó auxilio a los lesionados, afirmó que fue crítica la situación. "Fuimos como tres o cuatro personas a ayudar y cuando llegamos, vimos que el departamento se estaba prendiendo y que salía humo. Y cuando vi al maestro que estaba haciendo el trabajo, corrí a socorrerlo porque venía con su rostro muy quemado. Le saqué un poco de ropa, le eché agua helada y después tomé a la niña y la llevé al departamento para ayudarle hasta que llegó la ambulancia", explicó.

Conserje se salvó

El departamento, que es propiedad del conserje Héctor Lorca, de 80 años, quedó totalmente destruído. Y la señora Pamela, que vive justo al lado, comentó que él también pudo haber sido víctima de la explosión. "Don Héctor justo había salido unos minutos antes que se produjera la explosión, de no ser por eso, a él también le podría haber pasado algo", señaló.

Al lugar llegó Carabineros, personal de Labocar y el Samu que trasladó a los heridos hasta el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar. La mujer de 33 años quedó con lesiones leves, pero el gásfiter tuvo que quedar hospitalizado. J

Sin hogar quedaron una joven madre y su hija, luego que un incendio destruyera completamente su residencia en la parte alta de Playa Ancha.

La alarma se produjo la noche del jueves en la calle Enrique Swett s/n de la población Juan Montedónico, cuando las llamas aparecieron en una vivienda de material ligero. Vecinos trataron de sofocar las llamas en forma infructuosa, mientras a la emergencia se trasladaban voluntarios de la 2°, 5°, 9° y 12° compañías, los que tras varios minutos evitaron que el fuego se propagara a construcciones vecinas, pero no pudieron salvar la casa, que se destruyó completamente.

Carabineros de la tenencia Cordillera se entrevistaron con la dueña del domicilio afectado, M.E.P.M., de 26 años, quien manifestó a los policías uniformados que ignora los motivos por los cuales se dio inicio al fuego, y que pernoctaba sólo con su hija cuando empezó la emergencia. Alcanzaron a salvar sus vidas, no así sus bienes materiales. La casa de material ligero y de un piso quedó con pérdida total. La progenitora y su hija fueron acogidas en un inmueble de familiares, mientras personal municipal gestionaba la entrega de ayuda de emergencia, consistente en frazadas y víveres.

Los antecedentes del caso fueron remitidos al Ministerio Público. J