Neruda asesinado
Aún no terminada la investigación del presunto asesinato de Neruda hace 42 años, hay declaraciones malintencionadas asegurándolo. La lógica bienintencionada recuerda que Neruda padecía de un cáncer terminal prostático y llegó a la clínica cuando necesitaba ayuda médica para paliar sus dolores. Imaginando la situación, pronto aparece la certeza que sería de orates acelerar la muerte del vate, más aún en las circunstancias nacionales e internacionales que vivía el país. Al novel gobierno militar no le convenía en absoluto la muerte del Nobel que, aparecería en la prensa roja mundial como un magnicidio político y seguramente cuidó de su seguridad. Lo anterior, llama a reflexionar a quién conviene este alargue de la investigación y abonar la idea de un asesinato: a sus correligionarios de izquierda que quieren convertirlo en un mártir de su ideología, utilizándolo como lo hicieron durante su vida. Los huesos del insigne poeta se convertirán en polvo y aún continuarán investigando su muerte.
Marcos Concha Valencia