Conozca cómo en las cocinerías de Tumbes se prepara el viagra marino favorito de los choreros
Como "El Viagra Marino" conocen en la caleta Tumbes de Talcahuano al popular caldillo de congrio. Plato sabroso, económico y reponedor que cada fin de semana es consumido con voracidad por cientos de familias que llegan a este poblado ubicado a treinta kilómetros del centro de Concepción.
Irma Henríquez es experta en la preparación de caldillos de congrio. Tiene sesenta años de edad y lleva más de treinta trabajando en cocinas de restoranes. Hace seis que lo hace en el Ritamar de Tumbes, cuya especialidad, es, precisamente el Viagra Marino.
preparación
Irma, quien viste un impecable uniforme blanco y delantal azul marino, sostiene que lo más importante a la hora de preparar un buen caldillo es: un toque de amor y buen humor. "Lo segundo que se debe hacer, es cortarle la cabeza al congrio, limpiarlo muy bien, sacarle las agallas, las espinas y dejarle solo la carne", explica la experta.
"Luego pongo a cocer los filetes con apio y un poquito de morrón. Después cuelo el caldillo, le pongo más aliños, papitas y un poco de arroz", señala Irma, al mismo tiempo que continúa la cocción.
La cocinera sostiene que mientras cuece la cabeza del congrio y la hace hervir por media hora, en otra olla, prepara un sofrito de morrón, zanahoria, cebolla, perejil, ajo y orégano.
Luego de cocer la cabeza del pescado y colar el caldo, incorpora éste a la otra olla donde tenía el sofrito y se hierve por unos veinte minutos más, junto a los trozos de pescado, papas y arroz que había preparado antes.
Se sirve en pailas de greda calentadas previamente y se le pone un huevo caído. Esto último se le consulta al cliente.
Finalmente, se le adorna con un poco de cilantro y trozos de limón.
"De la cocina, las pailas deben salir prácticamente hirviendo. De hecho, nuestros garzones ya son expertos en evitar quemaduras en sus manos", sostiene.
"La cabeza del pescado le da sustancia, textura y un sabor más pronunciado al caldo".
Irma Henríquez añade que este verdadero manjar del Océano Pacífico, además de ser sabroso, es un verdadero golpe vitamínico para el consumidor. "Acá puede llegar alguien muy enfermo o decaído, pero si se sirve un caldillo, queda como nuevo, totalmente repuesto. Además, como se sirve bien caliente en paila de greda, la temperatura se conserva por un buen rato. Hay muchos que llegan a transpirar y así botan todos los bichos" agrega la trabajadora.
"Por sus características de tirador para arriba a este plato también lo llaman el viagra marino", indica con picardía.
El pescado que se utiliza para el caldillo es el congrio colorado que los restoranes se lo compran a los mismos pescadores de la caleta Tumbes. En cuanto al congrio dorado, explican que es más caro y lo adquieren en la Vega Monumental, ya que viene de la zona sur.
En cuanto a los secretos para la elaboración de este caldillo la cocinera manifestó que "los tiene guardados como hueso santo, bajo siete llaves. Pero lo principal y más importante para cocinar bien es hacerlo con amor y dedicación. Si una está triste o con problemas todo sale mal".
Algunas variantes de este caldillo incorpora vino blanco y crema. "Acá lo hacemos así no más, pero si el cliente quiere que le pongamos un huevito, le ponemos uno", señaló.
En todos estos años trabajando como cocinera a Irma Henríquez le ha pasado más de una anécdota. "Tengo mala memoria, entonces cuando me piden caldillos o mariscales calientes con huevos, pregunto varias veces si llevan o no, ya que a la cocina llegan cinco garzones pidiendo platos y muchas veces llegan las pailas a las mesas y las traen de vuelta, porque les faltaban los huevos que pidieron", sonríe.
Irma trabaja en el restoran Ritamar, que se encuentra en el 105 de la Calle Principal. Cabe señalar que su desempeño laboral se vio interrumpido por el terremoto y tsunami del 27 de febrero del 2010. "Bendecimos el local el 31 de diciembre de 2009, pero se vino todo abajo por la catástrofe", recordó con pesar.
la clientela
La dueña del local, Rita Sanhueza manifestó que al local han llegado recomendados muchos brasileños, argentinos e incluso españoles. "Varios nos han pedido permiso para pasar a la cocina y felicitar a la señora Irma por su buena mano", indica.
"En una ocasión, una argentina que había recorrido todo el sur de Chile y siempre pedía caldillo de congrio en los restoranes que visitaba, le comentó a uno de nuestros garzones que éste era el más rico que había probado. Con esos comentarios una se siente bien".
Cuando está descansando en su hogar Irma señala no cocina. "Cuando estoy en mi casa, salgo a comer afuera y he probado otros caldillos de congrio y no son tan buenos como los míos", indica sonriendo.
Los días de celebraciones de Fiestas Patrias y de Año Nuevo se llena de comensales que vienen a disfrutar de este golpe vitamínico.
"Para esos días nuestro local se llena y muchos de los clientes piden este plato, ya que es un golpe vitamínico y los dejan paraditos, como dicen ellos", agregó la cocinera. J