Evertonianos ya son segundos y ahora van a la caza del puntero
Seis puntos de nueve. Aquella fue la cosecha final de la semana más compleja que tuvo Everton -según palabras del técnico Víctor Rivero- en cuanto a desplazamientos y partidos consecutivos como visitante, primero en Puerto Montt y luego ante Coquimbo Unido y Barnechea.
Hubo cansancio, por cierto. Fueron siete días intensos, pero en el interior del plantel de Everton, la motivación -y también la unión de grupo- es grande. Así al menos se manifiesta en los detalles. Ejemplo, la presencia masiva de juveniles y jugadores no citados la noche del sábado en La Florida, quienes se unieron a los festejos viñamarinos tras 5-1 ante Barnechea.
En las tribunas estaba Gálvez, el "Flaco" Urbina, Douglas Estay, el meta Luis Velásquez, el juvenil Christian Vilches, junto a otros ex jugadores como Cristián Uribe y Adrián Rojas, todos acompañados por un puñado de directivos que va en aumento. Y aquello, sin contar a la siempre entusiasta hinchada viñamarina, que hizo sentir como en casa a los ruleteros. De hecho, de los 636 hinchas controlados en el Barnechea-Everton, al menos 500 eran fanáticos oro y cielo.
En lo fútbolístico, Everton no tuvo problemas para imponer su superioridad ante un discreto cuadro de Barnechea, que salvo por el correteo incansable de sus jugadores, poco tienen para salvar la categoría.
Por nombres, objetivos y presupuestos, Everton era más. Pero había que demostrarlo. Y en cuanto a goles, nada que decir. Un 5-1 rotundo que si bien asoma como expresivo... no fue el resultado de una actuación brillante de Everton. Lo que pesó, entonces, fueron las individualidades, ya que Ceratto -que marcó dos golazos- está inspirado; el "Pulpito" González ha mejorado mucho, Peñailillo acertó de tiro libre y al medio, Carrasco y Saavedra recuperaron su nivel. Argumentos suficientes para golear a Barnechea y ya comenzar a pensar en Curicó Unido, el próximo rival de Everton en su camino al liderato en la tabla. J