Transgénero murió tras aplicarse silicona industrial
De forma trágica terminó el sueño de un transgénero viñamarino que en su afán por verse más bella y femenina, se aplicó un tratamiento cosmético casero que le terminó costando la vida.
Según datos recabados por La Estrella, el caso afectó a Y.S.L., de 49 años, oriunda de Viña del Mar.
La víctima nació como varón, pero a partir de su niñez y adolescencia descubrió que vivía en el cuerpo equivocado y que en realidad era una mujer, por lo que casi al llegar a la adultez comenzó a aplicarse tratamientos de belleza para que su cuerpo tuviera formas más femeninas.
Por ello recurrió a la aplicación de inyecciones de silicona industrial, la que sin supervisión médica se colocaba en senos, caderas, nalgas y en ocasiones en los pómulos.
El transgénero consiguió modificar su apariencia física y además cambiar su cédula de identidad en el Servicio de Registro Civil y adoptar un nombre femenino.
A comienzos de esta semana, tras un nueva aplicación de silicona industrial, evidenció problemas de salud que se fueron agudizando, al punto que una de sus amigas de la misma condición sexual la llevó en forma inmediata hasta la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Gustavo Fricke, donde resultaron estériles los esfuerzos médicos por salvarle la vida, pereciendo pasado el mediodía.
El fiscal de turno de la Ciudad Jardín dispuso que la Brigada de Homicidios de Valparaíso efectuara las pericias del caso, consistentes en empadronamientos de parientes y testigos, y la revisión preliminar al cuerpo.
El jefe de la unidad, subprefecto José Ortiz, comentó que no es común que indaguen este tipo de situaciones, y por ahora están a la espera de los resultados de la autopsia del Servicio Médico Legal para establecer la causa del deceso, que en primera instancia podría deberse a un encapsulamiento de los órganos por el daño generado por la silicona, que también se le conoce como 'aceite de avión' y se la utiliza en las turbinas de aeronaves como lubricante y refrigerante y para sellar partes de vehículos. Es decir, es un producto químico no apto para el cuerpo humano.
La tarde del miércoles los seres queridos de Y.S.L. retiraron su cadáver desde la morgue en el hospital Dr. Eduardo Pereira de San Roque, y a través de un servicio funerario de una empresa de calle Simón Bolívar en Viña del Mar, trasladaron el ataúd hasta el club deportivo René Merino, ubicado en calle El Avellano de Miraflores Alto, donde se llevó a cabo el velatorio.
Velatorio
Durante la mañana de ayer, familiares y amigos llegaron hasta el club deportivo de Miraflores en donde se realizaba el respectivo velatorio. Mientras la lluvía caía, algunas mujeres, entre las que figuraba la hermana mayor del transgénero, lloraban alrededor de la urna en donde descansaban los restos de Y.S.L. El resto en tanto, se mantenía en la entrada del recinto bebiendo café y líquidos calientes para capear el frío.
Dolidos por la pérdida, algunos de los presentes manifestaron que la fallecida era una persona muy conocida y que no se esperaban este final. "Era muy conocida y querida. Vivimos este duelo con mucha pena", expresaron.
La hermana de Y.S.L. no quiso conversar con La Estrella y se disculpó diciendo que no estaba en condiciones. "Es un momento difícil y prefiero no comentar nada ni que nadie se refiera porque sentimos mucho dolor y aún no nos reponemos de la impresión. Mi hermana era muy conocida, una buena persona, pero ahora necesita descansar en paz", declaró.
Jonathan Opazo, coordinador regional de Acción Gay, lamentó el caso y comentó que "el sólo hecho de que aún no exista una ley de identidad de género que les facilite optar a una condición sexual que es la más óptima para ellos, hace que de forma ilegal puedan adaptar su cuerpo en las condiciones que ellos estimen más convenientes, pero que no siempre son las más higiénicas para desarrollar este tipo de operaciones".
Tratamiento ilegal
Por esta razón, el vocero indicó que no es raro que las personas que se sientan en cuerpos cambiados hagan lo mismo que hizo Y.S.L. desde su adolescencia. "Esto conlleva a que estas personas se inyecten silicona de forma ilegal que no saben cómo está siendo manipulada y que la pueden llevar a la muerte como sucedió en este caso", expresó.
Para Opazo, esta situación se podría haber evitado. "El no tener una ley de identidad de género no ayuda a facilitar las cosas con las personas transgénero sino que hace que de forma ilegal o de fácil acceso busquen otras formas para adaptar su cuerpo porque una operación para poder cambiarse de sexo no está regularizada en el país", aseveró. Por eso, sólo las que tienen más recursos pueden optar a algo mejor. "Las que pueden generar ingresos pueden operarse en el extranjero u optar por los implantes mamarios. Las que no, se inyectan silicona en el pecho, en el trasero y en distintas medidas. Y eso es lo peligroso porque nosotros tenemos personas trans dentro de la organización que requieren un cuidado único. Por ejemplo, no pueden estar expuestas mucho rato al sol porque se les empieza a calentar ni tampoco al frío porque sino se endurece mucho y les provoca dolor. Aparte la silicona se puede incrustrar en los músculos y la única forma de poder sacarla es cortando el músculo", advirtió el coordinador de Acción Gay. J