Aprenda cómo lidiar con una pareja asfixiante
Aunque en un principio las grandes atenciones de tu pareja te parecían simpáticas y amorosas, ahora es posible que muchas de ellas afecten a la relación y terminen asfixiándola. Por eso, una reciente publicación del diario ElMundo.es revela que existen algunas formas de reconocerlas, sobrellevarlas y superarlas.
Según explica el psiquiatra Luis De Rivera a ese medio, la situación que se desarrolla en muchos hogares a causa de una pareja controladora y asfixiante es un escenario digno de película de terror, y se debe a una inseguridad que "deriva en celos, desconfianza y miedos. El amor se transforma entonces en apego, una emoción que implica dependencia y necesidad de conjugar cada verbo en plural. En el amor existe confianza y gusto por compartir, pero también un espacio vital y físico para cada uno. En el apego, sin embargo, solo hay una actitud posesiva que lleva al maltrato psicológico y, en ocasiones, a la violencia física o sexual".
El experto dice que "muchos niños que crecen con miedos, falta de amor e inseguridades pasan a ser adultos con una necesidad enfermiza de sentirse queridos. Por eso, se aferran a su pareja con el temor constante de la pérdida y del abandono".
Consejos
La especialista explica que si su necesidad de control es persistente, no confundir su conducta con una muestra de amor romántico, pues no existe nada que lo justifique.
Además dice que no hay que permitir que se haga cargo de todas las tareas y responsabilidades. Esto le permite hacerse fuerte en su conducta posesiva.
Actuar con tranquilidad. Quien vive sintiendo el martillazo constante comete más errores y sufre, por tanto, de manera más intensa esa sensación agobiante de su controlador.
Por más que el otro insista, no descuidar jamás el círculo de amistades y familiares.
También dice que hay que identificar los hábitos de la persona obsesiva y no tolerar esos métodos de asedio que vulneran el espacio personal y privado: Llamadas continuas, hacerse con cualquier contraseña, afán por colarse en todas las conversaciones u obsesión por conseguir los números de teléfono de toda la familia, amigos y compañeros de trabajo. J