Llegó la primavera, época del año que para muchos es sinónimo de felicidad y romanticismo; expectativas que a veces no se cumplen por diversas razones, y que a su vez producen decepciones y frustraciones. Efectos sicológicos de la estación de las flores que incluso podrían derivar en una fuerte depresión.
Según datos publicados por la Clínica Santa María, en Chile, durante las primaveras de 1979 a 1994, aproximadamente el 9% de la población murió por suicidio. Y la Federación Mundial de la Salud Mental, afirma que desde el año 2000 aproximadamente un millón de personas mueren cada año por suicidio, siendo la causa principal de muertes entre adolescentes y adultos jóvenes.
Sin embrago, el académico de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Cristián Vásquez, asegura que "la depresión o trastorno afectivo estacional se ha descrito y estudiado con mayor seguridad en invierno, porque esta relacionado con la disminución de la luz. En primavera, por el contrario, aumenta la luz y las personas deberían beneficiarse de eso al producirse la secreción de la hormona melatonina que mejora el estado de ánimo".
Y agrega: "La teoría es que las personas que tienen dificultades emocionales en invierno se afectan en primavera, porque tienen la expectativa de sentirse mejor y estar más contentos. Pero, como siguen tristes y desanimados se produce discordancia". J