Había encontrado pega, pero no la contrataron por el caso Antares
Tras meses de espera, la madre del bebé que fue sacrificado en la secta de Colliguay, Natalia Guerra, al fin había conseguido un trabajo para empezar a enmendar su camino. Era para un cargo de vendedora en una multitienda de Santiago y según comentó su abogado defensor, Claudio Pérez, estaba bastante contenta porque pese a que no tenía relación con su profesión de Diseño Gráfico, al menos le estaban dando una oportunidad para salir adelante.
Sin embargo, a la hora de firmar el contrato, se presentó una dificultad que su empleador no contaba: la muchacha estaba en medio de un proceso judicial cumpliendo una medida cautelar de reclusión nocturna que, para su desgracia, se topaba con la salida de los turnos laborales. Ante este panorama, su defensa presentó un requerimiento en el Tribunal de Garantía de Quilpué para que el horario de la reclusión fuera modificada y Guerra pudiera ingresar una hora más tarde. Dicho requerimiento iba a tener lugar ayer a las 09.00 de la mañana, pero finalmente no fue revisada por el juez del tribunal puesto que antes de que pudiera verla fue retirada. De hecho, la audiencia apenas duró ocho minutos.
"Estaba solicitando una modificación de las medidas cautelares porque el arresto domiciliario nocturno va desde las 22.00 hasta las 07.00 horas aproximadamente, y lo que íbamos a pedir ahora por motivos laborales era modificar el horario de comienzo del arresto domiciliario a las 23.00 horas, pero lamentablemente a Natalia no la contrataron por su situación procesal y no firmó el contrato de trabajo y por lo tanto no tenía ningún objetivo la realización de la audiencia", dijo el abogado Claudio Pérez, a la salida de la sala del tribunal. Ante este escenario, el jurídico declaró que sólo resta esperar los resultados de las pericias del Servicio Médico Legal (SML) que de ser favorables para Guerra, darían el pase para la solicitud de su sobreseimiento. J