El micrófono quedó preparado en la salita que usan para conferencias en el "Lucio Fariña". El DT Fernando Vergara fue el único que lo usó para referirse generosamente al triunfo de su equipo, Unión Española (4-0).

Pero Mario Sciacqua esta vez se retiró en silencio del estadio y por primera vez desde que está en Quillota evitó las declaraciones. Signo evidente de la complicada situación que vive el entrenador argentino, pues terminado el espejismo de la Copa Chile, el Apertura lo tiene colista junto a sus dirigidos y cada vez más cuestionado por la hinchada, que en su mayoría lo quiere ver lejos de la banca canaria.

NO PUEDE CONVERTIR

Ante los hispanos, Sciacqua volvió a meter mano en la oncena titular y para solucionar la falta de gol jugando en casa (en tres partidos de local en el torneo no han marcado), mandó en ofensiva a tres abrelatas (Sirino, Sagredo y Jean Meneses), pero a ningún "9".

La apuesta no resultó. Solo el charrúa Sirino se acercó al gol en los primeros 45 minutos con un derechazo de lejos que azotó un vertical del portero Nery Veloso.

El trámite mostró a los canarios instalados más tiempo en campo rival, pero sin ninguna efectividad.

SEVERO CASTIGO

Unión Española en tanto, no hizo mucho más. Apenas había cruzado la mitad de la cancha cuando Carlos Salom se propició un tiro libre entrando al área en los 36 minutos. Sergio López sacó un remate para batir a De Paul y ahí comenzó a derrumbarse la estantería de San Luis.

Más todavía cuando el mismo Salom conectó el único desborde de Harbottle y aumentó en los 45.

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