Finalmente el Consejo Nacional de Monumentos declaró Monumento Histórico el ex colegio Alemán de Valparaíso, edificio ubicado en el cerro Concepción y que lleva ya varios meses a la venta.

La votación se realizó en la reunión del pasado miércoles y todos los miembros de la entidad aprobaron la moción presentada por la municipalidad de Valparaíso a través de la Dirección de Gestión Patrimonial.

Paulina Kaplán, jefa de dicha unidad, comentó que "para nosotros es sumamente importante porque de esta manera se podrán recuperar todas las dependencias que tienen un importante valor, como el teatro y la sala de bolos. Son espacios muy importantes para los alemanes y que deben estar abiertos a la comunidad".

De esta manera, la persona o institución que adquiera el inmueble tiene que respetar los valores históricos de la construcción, en especial del teatro, uno de los pocos que subsisten en los cerros porteños.

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Actualmente en el edificio funciona el colegio Mar Abierto y desde que se hizo pública su venta, en la comunidad porteña existía inquietud por su futuro ya que trascendió el interés de instalar ahí un proyecto inmobiliario del tipo hotelero, que cambiaría su actual fisonomía.

Hace un par de meses, la subcomisión de Patrimonio del Consejo Regional, encabezada por Manuel Millones, inició una serie de gestiones para salvaguardar el recinto y apoyó los trámites que hizo la municipalidad para que fuera declarado Monumento Histórico.

Al respecto, Millones señaló que "estoy muy satisfecho por la aprobación unánime del Consejo de Monumentos Nacionales para que el Colegio Alemán de Valparaíso sea Monumento Histórico, con lo cual se establece un reconocimiento oficial de esta propiedad y por lo tanto, se le otorga un mayor resguardo para futuras intervenciones".

El consejero propuso en su momento que la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) comprara el ex colegio para instalar ahí un centro del patrimonio. Paralelamente existe la intención de privados de poner ahí el Museo del Inmigante, mientras que la misma municipalidad tiene el proyecto de desarrollar un centro cultural, previo acuerdo con sus nuevos propietarios. J

El directorio de la Corporación Colegio Alemán de Valparaíso no ha emitido declaraciones sobre el tema. Al respecto, Manuel Millones comentó que "si bien originalmente estaban de acuerdo con proteger el inmueble, luego cambiaron de parecer y ahora no compartirían dicha solución, lo que habría sido expresado a horas de la votación, pero ésta no es vinculante".

H

Es una noche más en la Unidad de Emergencia del Hospital San Agustín de La Ligua. Los pacientes, de acuerdo a la gravedad de sus males, esperan ser atendidos rápidamente, en tanto el personal cumple su turno sin mayores novedades. Todo sigue su curso normal, hasta que M.O.A.C., de 40 años, ingresa al recinto caminando medio doblado y quejándose de dolor. La gente lo observa con sorpresa, pero compadeciendo sus gritos, que cada vez suenan más guturales. Los paramédicos corren a socorrerlo y le preguntan qué le pasa. El hombre sólo repite "ayuda, ayuda" y presiona con más fuerza la chaqueta que lleva en sus manos y que utiliza para cubrir sus partes íntimas. Luego, cuando los especialistas lo trasladan a una sala, ven que tiene el cierre del pantalón abajo y que su miembro aparte de estar hinchado en su máxima expresión, tiene una tuerca de 45 milímetros de diámetro atorada alrededor del pene. Los médicos se miran desconcertados y no hacen más preguntas.

Su Fantasía

Varias horas antes, M.O.A.C. estaba cómodamente en su casa de Papudo, fantaseando con la posibilidad de estar con una mujer que no hablara, pero que fuera capaz de brindarle todo el placer que él quisiera. Por eso, imaginaba que una robot sería la compañía perfecta. No obstante, como no poseía las habilidades para construir una ni mucho menos los medios para adquirirla, tomó una tuerca y cerró los ojos. Se dejó llevar, hasta que el metal se sobrecalentó en su aparato y se le quedó atorado. Terrible.

En el recinto hospitalario también lo atendió el personal de urgencia, pero uno de los médicos llamó a un especialista para que hiciera la complicada intervención. La agonía terminó al cabo de unas horas y finalmente quedó en observación. Ahora ya está en casa, tratando de olvidar el episodio. J