¿Qué pasa con Everton y los arbitrajes en el ascenso?
Jugado un tercio de la fase regular del Torneo Nacional del fútbol de ascenso (en su primera rueda), muchos han justificado en los arbitrajes... esta suerte de "irregularidad" que ha presentado Everton y que tiene hoy en día al cuadro viñamarino en el 7° puesto con 7 unidades, lejos del líder, Cobreloa, que suma 12.
Es cierto, los arbitrajes de Carlos Rumiano ante Magallanes y luego el de Patricio Blanca frente a Santiago Morning (ambos en el Santiago Bueras de Maipú), terminaron por descontrolar a los viñamarinos, los cuales, en ambas oportunidades, terminaron con nueve jugadores en cancha y, lo que es peor, cediendo puntos que en el papel... tenían en el bolsillo.
Analizando el desempeño del juez Blanca, que es lo más fresco en la memoria, lo que más irritó al cuerpo técnico, jugadores e hinchas es el descriterio al sancionar ciertas jugadas. Por ejemplo, en sólo 45 minutos, Blanca llenó de tarjetas (5 amarillas y 2 rojas) a los jugadores de Everton, mientras que la jugada más polémica del pleito ante Santiago Morning (un evidente codazo en contra de Camilo Ponce, que le rompió el labio y obligó al cuerpo médico a colocarle cinco puntos de sutura), el juez no sancionó nada. Es cierto, a lo mejor no observó dicha infracción, pero tampoco le consultó al cuarto juez (Gustavo Ahumada) ni menos al juez de línea (Freddy Mandujano), quienes sí estuvieron muy prestos y atentos para expulsar al PF local, Justo Farrán (por gritar algo) o dejar afuera al "Bocha" Carrasco, por utilizar una pulsera en su mano derecha.
ERRORES PROPIOS
Ahora, en el propio Everton, los errores también han sido surtidos. Por ejemplo, desde la tribuna se advertía -y por lejos- que Gabriel Díaz estaba jugando al límite y arriesgando mucho. Era el comentario entre incluso, algunos dirigentes ruleteros. Y al ratito, Díaz comete un penal y lo expulsan. Y en el 2-2 final, no es culpa del juez Blanca que tras un saque de Lafrentz, nadie marque e impida el pivoteo de Escalante, que Nicolás Suárez no acierte en el cabezazo y que luego entre el meta González y Salinas no sepan rechazar el centro que conectó Gonzalo Malán. Aquellas son las fallas que le han impedido a Everton, situarse entre los líderes. J