40 años de boleros en el "Hollywood" del puerto
Su cabeza está rapada y su bigote perfectamente cortado. Su cuello es cruzado por una pañoleta color gris y mueve su pie al compás de la música que ambienta el local. Se trata de Roberto Jorquera, dueño del bar "Hollywood" que ha sido testigo de la metamorfosis de la bohemia porteña.
su época dorada
El local fue inaugurado en los setenta y en poco tiempo se convirtió, junto al tradicional "Manila", en uno de los íconos de la jarana nocturna del sector del Almendral. "En su época, este fue uno de los locales más nombrados de aquí, con el 'Manila'. Después fue cambiando y ahora son pocos los locales de esa época que siguieron", recuerda Roberto.
El dueño del 'Hollywood' cuenta que escogió el nombre para su negocio porque había gran presencia de turistas extranjeros que llegaban a Valparaíso a conocer su bohemia, y hubo un grupo de viajeros norteamericanos que consideraron que la ciudad puerto era muy parecida a San Francisco, en Estados Unidos, y apodaron "Pancho" a Valparaíso. Inspirándose en esa historia, Roberto bautizó al "Hollywood" en homenaje a la ciudad de EE.UU.
En su época de esplendor funcionó como boite, pero con el tiempo tuvo que cambiar su rubro en una dirección más familiar y así ha sobrevivido por quince años. "Ya no es el tiempo como antes, que era de los boites, las quintas de recreo y las tanguerías", dice Roberto respecto del cambio del negocio.
el hollywood de hoy
Roberto califica la actual versión de su negocio como "un restaurant con almuerzos familiares bailables" y agrega que las claves del éxito de esta etapa del "Hollywood" son los almuerzos y los espectáculos musicales que ofrecen. La carta esta compuesta por merluza frita, porotos, cazuela y guatitas, entre otros platos caseros. "Los almuerzos aquí son lo principal, nosotros ofrecemos un menú de $2.200, en ninguna otra parte hay algo así", enfatiza.
Cada dos domingos organizan shows musicales que comienzan a las 16.00 horas y terminan cerca de la medianoche. Son artistas locales los que armonizan las veladas con tangos, boleros, cuecas, vals peruanos y corridos mexicanos. Los favoritos del dueño son los tangos y el vals.
Dice que el grueso de su clientela son personas de edad que llegan a almorzar, tomarse una pilsener o escuchar boleros. La mayoría se conoce, pues se acostumbraron al lugar y han ido por años. "Se tratan como familia, tanto verse los mismos viejitos se comparten, se ríen y se echan tallas", cuenta Roberto.
La próxima jornada será el domingo 6 de septiembre para celebrar a los adultos mayores que pasaron Agosto, quienes disfrutarán con una pilsener en la mesa y un tango en el corazón. J