Olores buenos y malos inciden en la vida sexual
La sexóloga alemana y creadora de varios estudios sobre relaciones íntimas Ingelore Ebberfeld, investigó durante varios años para una tesis profesoral, en la Universidad de Bremen, las incidencias de los diferentes olores antes de la práctica sexual.
Los resultados, algunos publicados por la revista "el Informe de Dragoco", aparecieron tras la pregunta ¿qué función desempeñan los olores agradables y desagradables en la relación sexual humana?
Lo primero que hizo la especialista fue un cuestionario en el que participaron 432 hombres y mujeres entre los 15 y 84 años. A ellos, se les preguntó acerca de sus propios olores corporales y los de su pareja y específicamente acerca de la influencia de estos olores en sus vidas sexuales.
Para una primera evaluación de las respuestas, los resultados de diversas disciplinas científicas (fisiología, neurobiología, zoología, psicología) fueron utilizados para proporcionar un contexto más amplio, y este contexto luego se amplió una vez más por medio de numerosas referencias de fuentes etnológicas, históricas y literarias.
Comunicación sexual
La encuesta mostró que, de hecho, los olores corporales desempeñan un papel significativo en la comunicación sexual.
Por ejemplo, pueden proporcionar un impulso para la actividad sexual y también poner fin a contactos sexuales.
De hecho, el 48,4% de los entrevistados respondieron que fueron estimulados sexualmente por el olor corporal de su pareja. Además, no menos del 8,8% de los hombres y un 5,5% de las mujeres informaron que por lo menos una vez habían recurrido a la ropa anteriormente usada por sus parejas como un medio de estimulación sexual.
Además se reveló que los seres humanos pueden y distinguen entre los olores que emanan de diferentes partes del cuerpo; pueden distinguir entre los olores del sudor de hombres y mujeres y también entre los olores frescos y rancios.
La percepción de los olores puede ser consciente como inconsciente, y puede conducir a los dos tipos de reacciones. Por ejemplo, los olores masculinos y femeninos pueden influir en los procesos hormonales, es decir ellos pueden, hasta cierto punto, regular los periodos menstruales. J