Fernando Olguín es dueño de una flamante UM Renegade y cuenta que cuando iba llegando a Placilla, le empezó a parpadear el indicador de la bencina. Preocupado, activó la reserva para no quedar tirado en la carretera y buscó la bomba más cercana para recargar combustible. Fue así como llegó a la bencinera "Express" que se encuentra ubicada en El Sauce y en donde precisa, comenzó su dolor de cabeza.
"Fui y llené porque calculé que no alcanzaba a llegar a la Shell. Eché la bencina, pagué y me fui para la casa, pero a la semana empecé a tener problemas y tuve que llevar la moto al servicio técnico. Ahí al revisarla se dieron cuenta que se había echado a perder por combustible adulterado", expresa Fernando, muy molesto.
En efecto, el diagnóstico del taller fue "combustible alterado de mala calidad que no reúne las condiciones ideales para 93 octanos", el cual aparte de dañarle el carburador, le afectó el sistema de alimentación de la bencina.
Combustible adulterado
A Germán López, un trabajador que se fue a vivir a Curauma hace dos años, le pasó algo parecido con su minibus diesel. "Cuando salgo a trabajar suelo rellenar con 10 mil pesos el minibus y un día, cuando venía de vuelta del cine con mi nieto, el vehículo empezó a humear y a sonar por completo. Como eso no era normal y yo estaba en la carretera, un poco antes del cruce a La Pólvora, me tiré a la berma, apagué el motor y revisé qué pasaba. Pero no pude descubrir cuál era el problema y tuve que llamar a mi hijo para que me remolcara a la casa", relata don Germán.
Esa misma noche, el porteño llamó a su mecánico quien le dijo que iría a la mañana siguiente a ver su minibus. "El mecánico lo vio y me dijo que se habían echado a perder los cuatro inyectores por petróleo adulterado. Cada inyector original me sale como 823 mil pesos y obviamente no tengo ese dinero para comprarlos, así que los mandé a arreglar y cada uno me salió 150 mil pesos", detalló el afectado.
Sin embargo, el minibus sigue sin funcionar, ya que al parecer tiene otras fallas. En ambos casos, los afectados guardaron muestra del combustible el cual aparentemente es parafina, agua y metanol. Con estos antecedentes, los dos comenzaron a hacer la denuncia por redes sociales, en donde se encontraron que habían muchos estafados. "Cuando me pasó, después me acordé que a mi mamá hace dos años le había pasado por echar bencina en esta bomba. Pero en Facebook supe que a varios más les ha pasado y por eso queremos que la cierren", apuntó Fernando.
Máquinas malas
Además de la adulteración, los placillanos denuncian que las máquinas están arregladas y que cuando los bomberos dicen "surtidor en cero", está en cero, pero cuando empieza a cargar la bencina, parte en $500. Como si esto fuera poco, también dicen que la atención es mala. La Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) es la entidad encargada de fiscalizar estas irregularidades y si bien está al tanto de la situación, sólo puede tomar medidas con informes de mecánicos y boletas que muestren la carga del combustible.
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