Enjuician a mamá de guagua de 3 años que cayó del piso 8
Vestida de negro y con un rostro pálido se presentó ayer en el Tribunal Oral en lo Penal la estudiante de Teatro de la Universidad Valparaíso, que arriesga pena de cárcel por su responsabilidad en la muerte de su hija, ocurrida a fines del año pasado.
El caso se remonta a la madrugada del 23 de octubre y tuvo como escenario el edificio Almirante Lynch en avenida Brasil. Según la acusación de la Fiscalía, Valeria Paz Salas Olavarría, de 27 años, salió ebria desde su departamento ubicado en el octavo piso con la intención de comprar cigarrillos. Dejó sola y durmiendo en su pieza a su hija Amanda de 3 años. Se demoró cerca de una hora y cuando regresó la menor no estaba en su cama. Utilizando una silla la pequeña se encaramó hasta una ventana y perdió el equilibrio, cayendo a uno de los estacionamientos desde una altura superior a los 20 metros. Murió por un politraumatismo esquelético visceral. En su alegato de apertura, la fiscal Greta Fuchlocher solicitó una pena de 7 años de presidio mayor en su grado mínimo por homicidio por omisión impropia. Dijo que la joven salió de madrugada del edificio en estado de ebriedad (marcó 1,22 en una examen) sin adoptar medidas de seguridad con su hija. "Se fue a parrandear y no era primera vez que la dejaba sola", mencionó. El Sename como es querellante, pide la misma pena que la Fiscalía. El abogado defensor, Franco Lemos, desvirtuó la tesis del Ministerio Público, aludiendo que se trata de un cuasidelito de homicidio o un homicidio culposo, ya que de su clienta hubo negligencia o imprudencia temeraria pero no dolo. Negó que fuera "parrandera" y que cuando salió a comprar estaba preocupada por retornar pronto al hogar.
SU VERSIÓN
Valeria Salas renunció a su derecho de guardar silencio y dio su versión. Señaló que horas antes de la tragedia estuvo en el departamento con su pareja. Discutieron porque él estaba celoso que el padre biológico de Amanda viniera al Puerto. El se fue pero regresó al rato y volvieron a discutir. Entre medio consumieron cervezas en botella y latas. El joven se marchó como a las 02.30 horas y Valeria salió a comprar cigarrillos a plaza Aníbal Pinto. En el camino encontró una amiga y cuando regresaba, a metros del edificio donde dormía la niña, se topó con su pololo que estaba con una actitud agresiva. La universitaria optó por subir a su departamento. "Entré a la pieza de mi hija y grité pero no estaba. Vi la silla con que jugaba. Veo que me grita de abajo el conserje de que había caído por la ventana. No recuerdo bien que pasó y cuando llego a verla estaba cubierta con una chaqueta. Yo estaba shockeada. Los paramédicos la reanimaron y llevaron al Van Buren. Me detuvieron los carabineros y también fui al hospital. Ahí me dijeron que no resistió el golpe y había fallecido", declaró sollozando.