Tras ser intervenidos de una patología cardíaca en el hospital Gustavo Fricke, la mayoría de los pacientes no podía continuar con una rehabilitación física, principalmente porque el costo es algo y porque muchos viven bastante lejos del centro hospitalario viñamarino y se les hace difícil volver tres veces a la semana para someterse a una rutina de ejercicios.
El hospital de la ciudad jardín es un referente en el país. Los pacientes cardiovasculares de todo el país -excepto de la región Metropolitana- deben ser intervenidos en sus pabellones, por lo que es muy difícil monitorear a los pacientes cuando vuelven a sus hogares.
Tomando en cuenta esa realidad, la Universidad de Valparaíso, en conjunto con la Fundación Kaplan y el apoyo del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, se encuentran realizando un sistema de rehabilitación a distancia que permite hacer un seguimiento a los pacientes.
La académica de la UV, Carla Taramasco, ingeniera informática y doctora en Sistemas Complejos, está a cargo del proyecto y explicó que la idea es "generar la rehabilitación de los pacientes, lo que claramente es un aporte para su reinserción laboral y su calidad de vida. Que la inversión que se hace en la intervención quirúrgica tenga una consecuencia favorable".
Actualmente está en construcción un gimnasio de rehabilitación para pacientes operados del corazón, pero no alcanza para atenderlos a todos. A través de este programa se podrá llegar al cien por ciento de los intervenidos.
primera etapa
La "Plataforma de integración tecnológica para la telerehabilitación domiciliaria de pacientes con enfermedades cardiovasculares", cuenta con el financiamiento del Fondo para la Innovación y Competitividad (FIC) del Gobierno Regional que entregó $150 millones.
Con ese dinero se pondrá en marcha el sistema, se contratarán ingenieros, médicos especialistas y kinesiólogos y además se comprarán los dispositivos que utilizarán los pacientes. Se trata de electrocardiogramas portátiles que registrarán la frecuencia cardíaca de los usuarios.
Carla Taramasco detalló cómo funcionará el programa. Tras ser operados, los pacientes tendrán que ir al gimnasio de rehabilitación donde se les diseñará una rutina de ejercicios de acuerdo a sus características y tipo de enfermedad. "Luego se irán a sus domicilios con un electrocardiograma donde realizarán una rehabilitación adaptada y además monitorizada".
Así, en vez de usar una trotadora, deberán subir y bajar escalas, o trotar alrededor de su casa. Mientras que el dispositivo enviará las señales a los especialistas del centro de rehabilitación quienes podrán detectar si hay algún problema o si es mejor cambiar la rutina. También permitirá fiscalizar si los pacientes están cumpliendo con las rutinas comprometidas. J