Programa "Manos al fuego" se fue a regiones a buscar a los infieles
Camila Espinoza López.
"Manos al fuego", el programa de CHV, que pone a prueba la fidelidad de una pareja regresa este martes a la pantalla. El espacio, por primera vez, contará con casos de regiones. El equipo del programa, principalmente durante el verano, visitó zonas, como Iquique, Coquimbo, El Quisco, Valparaíso, San Antonio y Melipilla.
Además, el formato renovó a los modelos encargados de seducir y poner a prueba a los participantes. Por primera vez, el programa incluirá a dos mujeres transgénero, quienes deberán coquetearles a los hombres, que sean evaluados por su pareja. "El anzuelo para hombres es una mujer que antes fue hombre. Son mujeres mucho más estupendas que las que hemos tenido antes y no son chilenas", contó Andrea Vargas, productora ejecutiva de "Manos al fuego".
-Surge para darle un aire nuevo al programa, si no sería una temporada igual que las otras. Necesitábamos llamar la atención. Además, la relación de las pololas es menos tensa. Se relajan más, antes si bien sabían que las niñas estaban actuando se enojaban con las actrices. Ahora cuando saben que son transgénero se relajan más, lo encuentran chistoso.
-Se lo toman con humor. No es que tengan sexo con ellos, es un coqueteo, no es nada tan grave.
Vargas recalca la belleza de las nuevas musas y explica que no todas son mujeres transgénero.
El formato
Eva Gómez, animadora del programa, también se refirió a otros cambios de "Manos al fuego". "Yo creo que en todas las regiones la gente se porta igual. Empezamos a grabar en febrero y creo que el verano ayuda. Tiene que ver con un tema de calor, poca ropa. Uno anda con la emoción más a flor de piel. El calor, el baile, el coqueteo y todo es más propicio en verano, que en invierno, cuando se está muerto de frío, con un millón de ropa encima y no dejas de temblar", explicó.
La animadora comentó que el viajar fuera de Santiago también tenía que ver, en parte, con que la gente no estaba acostumbrada a ver al equipo del programa, a diferencia de lo que sucedía en la capital, donde en más de un caso los participantes puestos a prueba comenzaban a sospechar.
El programa mantiene sus clásicas pruebas: llamada telefónica, concretar cita, negación, pedir medio de contacto y beso. Aunque en esta ocasión el monto de dinero que tendrá la pareja por superar estos obstáculos aumenta. Los participantes se podrán llevar hasta un millón de pesos.
-No, qué horror. Nadie se ha ganado el millón. No hay nadie que no haya fallado, que no se haya intercambiado el teléfono u agendado una cita. Todo el mundo perdió algo. El beso sigue siendo la prueba estrella. La negación y beso son las pruebas más duras, porque que te nieguen es súper determinante.
-Estoy contenta por ese lado, el programa ha generado un debate impresionante. Se generan conversaciones muy entretenidas en las redes sociales. En las temporadas anteriores 'Manos al fuego' era tema de debate obligado. Representa la inquietud o lo que todos quisiéramos saber de nuestras parejas, por ejemplo, cuando dicen que van a salir solos con los amigos, uno se pregunta: ¿será verdad? ¿Cómo se portaré? Esto es un poco voyerista, es como ese deseo de ser mosca y estar en un espacio viendo qué hace tu pareja cuando no estás. Representa a un montón de gente que quisiera hacer lo mismo.
Ojalá que cumplamos con las expectativas de la gente que nos está esperando.