Es un drama que no para. Luis Berríos, más conocido como el "Rambo de Carachilla", sigue ahí arriba de la araucaria de la plaza O'Higgins, árbol al que el martes de esta semana otra vez le prendió fuego. A estas alturas, porque pone en riesgo su vida y la de quienes lo rodean, la pregunta del millón es ¿quién lo baja?.
En la seremi de Salud ya explicaron que ellos pueden actuar recién cuando la persona en cuestión sea trasladada a un centro asistencial, donde tras los exámenes siquiátricos de rigor, un médico especialista puede determinar su internación no voluntaria.
En las últimas semanas, las dos veces que Bomberos ha llegado al lugar, los voluntarios sólo se han enfocado en el control del fuego, no en rescatar a Berríos, quien pasa gran parte del día en la copa del árbol, pegándole a unos tarros.
Al respecto, el gobernador Omar Jara -quien tiene a cargo la seguridad de la provincia- comentó que "vamos a tener que hacer alguna gestión para conseguir algún examen médico. La única manera que tenemos para obligar a una persona a internarse es después de que un examen determine cuál es su situación mental. Yo supongo que tiene una pequeña alteración mental producto de las acciones que realiza. Pero hasta que no sepamos cuál es la dimensión de esa enfermedad no podemos hacer nada".
Según Jara hacerlo descender de la araucaria no es una tarea menor, sobre todo porque reviste un riesgo para su integridad física. "De aquí al viernes nos vamos a tener que coordinar, hay que ver si bomberos tiene disponible la escala telescópica para tener la facilidad de bajarlo, porque no hay otra forma. Ojalá sea una acción voluntaria y si no, vamos a tener que forzarlo de alguna manera y luego hacer los trámites pertinentes", advirtió el gobernador.
Jara explicó que prefiere que sean los bomberos los que realicen el operativo y no efectivos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope), porque la idea no es alterar a Berríos y que su situación se complique aún más.
En el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso comunicaron que ya está operativa la escala telescópica de la Décima Compañía, la que fue enviada a Francia para reparaciones.
no quiere ayuda
"Nosotros estamos súper preocupados del tema porque además está dañando el ecosistema. Es un tema que se ha complicado mucho más de lo que nosotros creíamos, él sólo quiere hablar con un parlamentario", reconoció Iturrieta. La municipalidad le ofreció ayuda para contactar a su familia o trasladarlo a algún lugar donde él quiera. J