Cuarenta años de la liga Forjadores de la Juventud
En los alrededores de la cancha Ercilla, en el corazón del cerro Barón había cerca de un centenar de pequeños, que lucían sus uniformes de futbolistas. Eran las dieciséis escuelas de fútbol que integran la tradicional liga infantil Forjadores de la Juventud, que ayer domingo conmemoró sus cuarenta años de existencia.
La jornada fue inaugurada por la banda del colegio Leonardo Murialdo, que con sus acordes acompañó el compás de los pequeños futbolistas que entraron formados y portando los estandartes de sus respectivas escuelas.
de la tierra al pasto
A lo largo de sus cuarenta años de vida, la Liga Forjadores ha cambiado notablemente. La competencia creció gracias a la integración de nuevos equipos, los que ahora visten uniformes institucionales y reciben la cooperación de los apoderados y delegados. "Ha cambiado mucho en cuanto al profesionalismo, si se le puede llamar así, ahora los clubes vienen bien presentados y organizados, es mucho más formal y ordenado", reflexiona Roberto Inostroza, presidente de la Liga.
Quizás el cambio más significativo de la liga fue la remodelación de la cancha, l, que en el año 2012 fue intervenida: la tierra fue reemplazada por pasto sintético estándar FIFA. "Nosotros vimos todo lo que se fue logrando, esto era un basural y ahora es una cancha de pasto sintético, eso nos llena de orgullo" recuerda emocionado Gastón Chaparro, tesorero de la directiva y apoderado de uno de los niños.
una tradición
"Yo jugué en esta liga cuando niño, también jugaron mis hijos y espero que mis nietos también lo hagan" dijo en su discurso el director de Deportes, Luis Castillo, haciendo referencia al legado que deja la Liga, que desde sus orígenes ha recibido a jugadores de todas las generaciones. "Aquí formé grandes recuerdos de mi niñez, y espero que la liga Forjadores de la Juventud nunca se acabe, porque el deporte crea lazos entre los niños" señaló el concejal por Valparaíso, Eugenio Trincado, que también asistió.
El presidente de la liga, Roberto Inostroza enfatiza en que la liga, además de formar deportistas se enfoca en crear lazos entre los niños, los que vienen cada domingo a participar con gran entusiasmo y alegría, sin que se presenten peleas o discusiones por los resultados, siendo una competencia limpia. "Antes de cada partido, los niños se saludan porque son amigos, no hay una competencia tan violenta, nunca hemos tenido problemas de ese tipo" aclara.
CUNA DE CRACKS
Por la cancha Ercilla han destacado grandes talentos del fútbol porteño, David Pizarro, Reinaldo Navia y Carlitos Muñoz dieron sus primeros puntapiés con el balón en la Liga Forjadores de la Juventud.