Molestia de turistas por difícil acceso en mercado El Cardonal
El mercado El Cardonal es uno de los edificios con más historia de Valparaíso y su perfil popular se ha mantenido por décadas; las cajas apiladas y las canastas atiborradas de fruta fresca son clásicas de un mercado que se caracteriza por un tumulto constante en sus pasillos llenos de gente buscando frutas.
Las pilastras de los alrededores del mercado exponen sus frutas y verduras en las mismas veredas por las que circula la gente, lo que a ratos genera atochamiento de personas que deben bajar a la calle para poder avanzar.
Nicolás Serraino trabaja en el área del turismo y se declara enamorado de Valparaíso. Cuenta que que recibe muchas quejas de los turistas extranjeros respecto de lo desordenado del tránsito peatonal en el mercado El Cardonal. Muchos visitan el edificio para conocerlo y vuelven espantados al ver el caos que se genera en las calles que rodean al recinto y el peligro al que se exponen al caminar por la calzada. Dicen también tener miedo de ser víctimas de la asaltos y lanzazos.
UN METRO Y MEDIO
En el puesto del "Jimmy" nos cuentan que por ordenanza municipal las pilastras tienen un límite para instalar sus mercaderías, una línea amarilla demarca el espacio permitido, que es de un metro y medio, aunque la pintura de la línea está casi borrada y apenas se ve, ellos respetan el límite establecido, pero dicen que existen otros locales en los que se extienden más allá de lo permitido. "Aquí nosotros respetamos la línea, pero allá a la vuelta hay otros que se ponen casi a la orilla de la vereda" cuenta una trabajadora del mercado.
En una de estas pilastras que se extienden más allá de la línea, nos explican que tienen toda la vereda para extenderse y agregan también que se ven obligados a hacerlo ya que los vendedores ambulantes suelen tomarse esa zona, "si no nos ponemos más adelante se llena de ambulantes que vienen sin permiso y venden cosas más baratas, desde la municipalidad debieran venir a fiscalizar eso, pero nunca los hemos visto por acá" dice enojado uno de los caseros que responsabiliza a la autoridad de lo que ocurre. J