Sebastián Dávalos Bachelet, hijo de la Presidenta de la República, anunció ayer su renuncia a la dirección sociocultural de La Moneda a causa de los cuestionamientos que recibió tras haber ayudado a gestionar un crédito de 6.500 millones de pesos para la empresa de su esposa, Natalia Campagnon: Caval Ltda.
Tras agradecer el trabajo de los integrantes del organismo que encabezó y destacar los logros obtenidos bajo su dirección, el hijo de la Mandataria expresó que "no he cometido ilícito alguno ni delito funcionario".
"Entiendo el malestar que ha generado esta situación y asumo que el perjuicio provocado ha dañado a la Presidenta de la República y al Gobierno de Chile. No me queda nada más que pedir humildemente perdón por este amargo momento", agregó Dávalos antes de abandonar La Moneda. Y agregó: "Entiendo además que esto para algunos podría no ser suficiente. Es debido a lo anterior que he decidido dar un paso al costado y renunciar a mi cargo de director sociocultural de la Presidencia", afirmó.
el conflicto
La polémica se inició hace una semana cuando la revista Qué Pasa dio a conocer que su esposa recibió el millonario crédito del Banco de Chile, días después de la elección de Michelle Bachelet como Presidenta.
Dicho préstamo ascendió a los 6.500 millones de pesos y fue destinado a la compra de tres predios agrícolas en Machalí, Región de O'Higgins. La idea de Caval Ltda., empresa de la nuera de la Mandataria, era comercializar estos terrenos una vez que cambiara el plano regulador de la zona, en trámite en 2013, y que permitiría que de uso rural pasaran a urbano, en una zona definida como la favorita de los más acomodados habitantes de la capital regional.
Las críticas apuntaron al supuesto trato preferencial dado por la entidad bancaria de propiedad de Andrónico Lucksic a esta empresa que en el momento de pedir el crédito apenas tenía un capital de seis millones de pesos.
Incluso se confirmó que el hijo de la Mandataria asistió a la reunión entre su esposa y Luksic para tramitar el préstamo que ya habían rechazado los bancos Santander, Scotiabank, BCI e Itaú.
Desde diversos sectores políticos, incluida la Nueva Mayoría y el propio Partido Socialista, en el que milita la Presidenta, habían surgido críticas hacia Dávalos tanto por su actuación en la gestión del dinero como por el silencio que había guardado en torno al tema.
Y la oposición apuntó con fuerza en que este hecho se asemejaba en gravedad al caso Penta, por el financiamiento irregular de campañas políticas principalmente de candidatos de la UDI a través de servicios ficticios y boletas falsas. Y tanto el gremialismo como RN pidieron que se investigara un eventual tráfico de influencias.
Sin embargo la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras descartó que hubiera "infracciones legales" en el otorgamiento del crédito". J