¿Qué hacemos con tanto loco suelto que anda por Valpo?
Las calles de Valparaíso han sido desde siempre el refugio de muchas personas con problemas mentales, varios de estos son clasificados como esos "locos lindos" que no molestan a nadie y resultan simpáticos para la gente que incluso se ríe con sus ocurrencias. Otros, sin embargo, son un peligro público.
En los cafés ubicados al costado de la plaza Aníbal Pinto saben de estos locos. El desfile es diario.
La loca de la guagua
Uno de esos personajes clásicos es una mujer que todos los días, desde hace años, pasea una muñeca de plástico como si fuera una guagua. Lo mece entre sus brazos e intenta hacerlo dormir, incluso trata de "botarle los chanchitos" con pequeñas palmadas en la espalda mientras le susurra que se quede tranquilo; una vez que el supuesto bebé se duerme empieza a dar gritos a todo pulmón. Así cuentan los garzones de los cafés.
Otro loco que suele rondar el sector es uno que pasa "tratando "de hacer música, a cambio de una cooperación voluntaria, con un tambor artesanal que él mismo construyó a partir de un tarro y unos pedazos de cartón. Lamentablemente su entusiasmo por hacer música no se equipara con su talento, pero de todos modos hace su mejor intento. Cuando se cansa de tocar trata de hacer vida social con los extranjeros que transitan por la zona y hace el esfuerzo por hablarles en francés, aun cuando los turistas no sean del país galo.
loco sátiro suelto
Personajes como los anteriores resultan simpáticos, pero hay otros orates que pueden caer en conductas peligrosas y preocupantes, incluso delictuales. Uno de estos "locos peligrosos" atacó una estatua en la plaza Victoria, se trata de un hombre barbudo, que siempre viste de negro y ronda la plaza mirando las estatuas mientras se toca los genitales, cuentan en la Plaza Victoria.
La semana pasada decidió ir más allá con su excitación e intentó abusar de la estatua de fierro, como resultado la estatua se desprendió de su base y cayó al piso sufriendo graves daños. Actualmente está en reparaciones. Trabajadores de la plaza acusaron que el sujeto regresó a la plaza ese mismo día.
¿Qué es la locura?
Para enteder un poco más lo que sucede en la cabeza de los dementes porteños consultamos a la psiquiatra Olga Martínez, quien definió la locura como "la perdida del juicio de la realidad", o sea que no comprenden el mundo en el que viven y lo perciben de una forma distinta; y agregó que para alcanzar la condición de "loco" influyen una serie de factores que se mezclan con condiciones mentales de muy complejo análisis médico.
Esos locos inofensivos generalmente padecen psicosis, provocada por angustias internas que los pueden descompensar, y aquellos locos agresivos suelen sufrir psicopatía, y sus delirios los impulsan a atacar a otros de manera física, verbal o incluso sexual. J