"La familia Bélier"
Qué gusto da ver cine europeo contemporáneo en una cartelera cargada de estrenos estadounidenses y no precisamente de cine de autor.
"La familia Bélier" (2014) dirigida y escrita por el cineasta francés Eric Lartigau, reconcilia al público con el cine en que lo más importante es un buen guión, con personajes bien desarrollados, creíbles, que viven una existencia ordinaria y que por lo tanto permiten la identificación y la emoción del espectador.
Lartigau, de 50 años, había dirigido anteriormente cuatro largometrajes no estrenados en la región de Valparaíso: "¿Pero quién Mató a Pamela Rose?" (2003), "Un Pasaje para el Espacio" (2006), "Préstame tu Mano" (2006) y "El Hombre que quería Vivir su Vida" (2010), que dada la calidad de este estreno, sería muy interesante conocerlas.
"La familia Bélier" cuenta la historia de este grupo familiar, que vive en el campo, en las cercanía de París; y que se dedica a la crianza de animales y a la producción de quesos de gran calidad. El protagonismo lo tiene la adolescente Paula (Lovane Emena), quien se encuentra en la secundaria y es la única integrante de la familia que no es sorda.
Los demás miembros son el padre, Rodolphe (Francois Damiens), quien no haya nada mejor que lanzar su candidatura a alcalde; la madre, Gigi (Karin Viard), atractiva y enérgica; y el hermano menor, Quentin (Luca Gelberg), que está teniendo su despertar sexual y que le gusta la mejor amiga de Paula, Mathilde (Roxane Duran).
Como si fuera poco, Paula atraviesa un período fundamental en su vida: comienzan a gustarle los muchachos, de hecho se mete al coro del colegio por un compañero, Gabriel (Ilian Bergala), junto al cual descubrirá no sólo el amor, sino su pasión por el canto, estimulada por el profesor de música, M. Thomasson (Eric Elmosnimo), en una historia de crecimiento e iniciación, que alcanzará al final su clímax, cuando Paula deba tomar importantes decisiones, que la harán madurar. El filme es una comedia inteligente, bien construida, que va agarrando densidad con el correr de los minutos. Sin apelar a recursos fáciles, logra que el espectador se comprometa con la historia de Paula y su familia.