La Rojita se distingue del estilo de Jorge Sampaoli
La Selección Chilena Sub 20 viaja el lunes a Uruguay para disputar el Sudamericano que da dos pasajes a los Juegos Olímpicos de Río, cuatro al Mundial de Nueva Zelanda y seis a los Panamericanos de Toronto.
Se subirán al avión, entre otros, tres Bryan (Carvallo, Torrealba y Vejar), un Brayan (Cortes), dos hijos de jugadores legendarios, los homónimos José Luis Sierra y Pablo Galdames; y Bernardo Cerezo, un volante de la U que se hizo famoso tras una actuación desafortunada en un Clásico Universitario.
Los dirigirá el argentino y experto en juveniles Hugo Tocalli. Y a su lado estará Nicolás Córdova, ex volante de eximia pegada, hijo tardíamente reconocido de Marco Cornez y hombre de confianza de Claudio Borghi.
Estilo italiano
Córdova, ayudante técnico de Tocalli, dice que aportará al equipo su estilo italiano. El conseguido tras 12 años jugando en ocho equipos de ese país y sus estudios de deté en la península. También entregará los conceptos exprimidos de las charlas que compartió con Josep Guardiola.
Y dice, también, que aunque profesa el juego ofensivo, en el Sudamericano la Rojita mostrará una cara pragmática. Que la Sub 20 no se parecerá en nada a la Roja de Sampaoli y que, si es necesario, jugarán a defender el resultado. "No tenemos nada que ver con el funcionamiento de la Selección mayor. Es imposible sostener esa presión jugando cada dos días", dice Córdova a La Estrella.
Le preguntamos al ex volante si la Rojita, en caso de estar angustiada, estará dispuesta a aplicar el "catenaccio", esa mítica estrategia italiana que consiste en defender sin asco con nueve jugadores en el área menor. Y Córdova, diplomático, opta por la mesura. Aunque de alguna u otra manera lo reconoce: "Seremos un equipo ordenado defensivamente, en eso trato de aportar, en mantener las líneas".
-Más que nada, le doy un orden defensivo. En estos tres meses le planteé al profe (Tocalli) la manera en que se defiende en Europa.
La mano derecha de Tocalli dice que complementa la confianza con la mesura. Se reconoce optimista. Ve real la posibilidad de obtener uno de los dos boletos para el Mundial de Nueva Zelanda y asegura, también, que la clave estará en obtener un buen resultado ante Brasil en el debut de este jueves.
La Rojita, dice Córdova, será la sorpresa en Uruguay. Por eso el cuerpo técnico apeló a un motivador por excelencia y fichó a Iván Zamorano. El ex goleador, vestido de un calipso encandilante, llegó el jueves pasado hasta Santa Laura para arengar a los seleccionados. La charla fue cerrada pero, se especula, Bam Bam tocó las fibras más íntimas de los jugadores. Gritó palabras emotivas y les pidió que vuelvan con el título, el primero nacional en la historia de los Sudamericanos. J