Cerros porteños tienen gran secreto guardado
Al llegar a la casa de Rosemarie Valle Capurro en una empinada calle del cerro Toro, uno se pregunta ¿será aquí?, pero al ingresar a su vivienda no cabe duda que se trata de un lugar del que no dan ganas de salir.
El ingreso es por una pequeña sala de estar en tonos blancos y rosa que está conectada a la cocina, un cuidado y decorado lugar que la diseñadora gráfica ha hecho suyo y que lo ha transformado en su fortaleza: ahí es donde se hacen las mejores galletas de Valparaíso.
Es muy cuidadosa con su dirección y sólo la da en casos especiales, como por ejemplo cuando dicta cursos y es que sabe que el sector donde se encuentra tiene una hermosa visa, pero también puede ser blanco fácil de la delincuencia.
En esa casa, Rosemary crea y hornea sus galletas, también dicta cursos de la especialidad y crea nuevos sabores para deleitar a sus dulces clientas.
sus galletas
Fue gracias a una tía que la diseñadora de 37 años aprendió a hornear galletas, pero sólo hace tres años que se le ocurrió unir sus dos pasiones, la cocina con el diseño para dar el puntapié inicial a lo que hoy ha sido su pasión.
"La cocina es parte de nuestra familia, a todos les gusta cocinar, mi tía es la que me enseñó a hacer un montón de cosas y ella es la que me enseñó a hacer las galletas que a todo el mundo le gustaban y que todos me pedían porque era una receta bien particular. En esa época las decoraba de la manera más típica, pero a mi me interesó llevar un poquito más allá la decoración y me di cuenta que afuera, en el extranjero habían cosas expectaculares", señaló Rosemarie.
"Tofi Corner" se llama su emprendimiento que publicita por Internet y es ese el medio con que se conecta con sus clientas que aprenden de los talleres que ella realiza y que ella a su vez incorpora a sus conocimientos gracias a cursos que toma on line desde el extranjero.
"Yo vi lo que hacían en España y pense al tiro en perfeccionarme porque quiero dedicarme a esto. Yo soy diseñadora gráfica y tengo facilidad con el dibujo, con la decoración, con la mezcla de colores y ayuda mucho. Como diseñadora gráfica no me fue bien, no pasó nada y busqué otra forma de desarrollarme... Creo que con este le di con el palo al gato", señaló.
Realizó los cursos y hoy confecciona sus propias creaciones que en su familia se pelean para hacer el esperado control de calidad.
cursos
"Pensé, tengo una vista privilegiada, tengo una casa que me gusta mucho, voy a hacer talleres, enseño a hacer galletas. Si la gente quiere comprarme, hago para la venta, pero me dedico a estudiar, a amasar y luego a enseñar lo que aprendo", aseveró la diseñadora.
Pero la masa que hace ya no es la que le enseñó la tía hace años, ha aprendido nuevas técnicas, nuevas formas de amasar, usa otros productos y ha ido perfeccionando el sabor que le ha traído tanto éxito.
"Fui haciendo otro tipo de masa porque la masa que me enseñó mi tía era la navideña y como quería extenderlo para todo el año, tenía que bucar otra galleta que no sea sólo la típica de Navidad, hago de vainilla, de chocolate, tienen que resistir el peso de la glasa con la que se decoran", indicó la porteña.
macarons
Tal vez una de las especialidades de Rosemary Villa son los macarons que es un pastel francés a base de harina de almendra y que puede ser relleno de distintos productos. Es una galleta suave, muy blanda y la nutella (relleno con que hizo las últimas) le da un toque espectacular.
Poco a poco se ha ido perfeccionando en la confección de estas galletas que pueden ser pintados, decorados y de las que siempre está buscando nuevos rellenos.
Sus clientas son de Santiago principalmente, pero también del extranjero y gracias al boca a boca saben de ella. Cuando llegan a su casa, todas quedan fascinadas con la vista, les gusta el lugar pese a que el entorno no es el más bonito. Sus clientas son fieles y asisten a cuanto curso ella hace, les sirve de relajación y después nadie se quiere ir.
"Yo hago galletas de Navidad en esta fecha, pero hay gente que no le gustan y me piden galletas de chocolates o blancas, pero con la decoración navideña. Siempre me preocupo de usar ingredientes de primera calidad, por ejemplo sólo uso mantequilla sin sal y no uso huevo, uso clara de huevo de alto batido, albúmina. En eso soy estricta, cuando enseño a hacer las cosas, doy marcas porque algunas cosas son mejores que otras; yo voy a comprar harina por ejemplo y me fijo en otras cosas como la proteína, veo la tabla nutricional y busco cuál es la harina que yo necesito para lo que tengo que hacer y eso mejora increíblemente las cosas y la textura", aseveró.
Hace las galletas muchas veces, prueba y prueba hasta que quedan perfectas y un claro ejemplo fue unas que trató de hacer que se llaman springerle que no le gustaron y que terminaron como ardorno de un pequeño árbol.
"Las galletas me demora una semana en hacerlas, desde que empiezo a hacer la masa hasta que las decoro. Hay días que tienen que tener de secado sin decoración, luego secado con decoración y lo que se demora en hacer los diseños. Para quienes quieran hacer galletas, la mejor recomendación que puedo dar es que los ingredientes sean de buena calidad, es la base para hacer una buena galleta...", dijo. J