Dos heridos deja apedreo a micro que iba a L. Verde
Dos lesionados dejó un cobarde ataque a pedradas a una micro en la parte alta de Playa Ancha.
El hecho ocurrió pasadas las 23.00 horas del jueves cuando la máquina del recorrido 520, patente MYSG697, a cargo del playanchino Winter Castro, de 43 años, ascendía por calle Baden Powell repleta de pasajeros con destino a Laguna Verde. A la altura de calle Ensenada, frente a la población Puertas Negras, desde un pasaje aparecieron tres menores, un hombre y dos mujeres. El varón recogió una piedra de gran tamaño y la arrojó sobre el vehículo en movimiento, destrozando la ventana del primer asiento del costado derecho. "Alcancé a agachar la cabeza y poner las manos. Mi pelo quedó lleno de vidrios ", dice Juana Espinoza.
se desmayó
Ella venía de una graduación junto a familiares, entre ellos su hija Dayane Navarro, de 22 años, que iba tres asientos más atrás del lado del chofer. Recibió el impacto en su frente. "Pensé que habíamos chocado y que se había caído el techo de la micro. Sentí un dolor en la cabeza y me empezó a caer mucha sangre y perdí el conocimiento", afirma la joven. En su trayectoria la piedra también alcanzó a Mauricio Pérez, alumno de 5° año de Biología Marina en la UV, quien iba estudiando en su notebook cuando sintió la destrucción del vidrio y luego el golpe en la cabeza. "Vi a la otra niña tirada en el piso sangrando y ahí me di cuenta que yo estaba herido", cuenta. El incidente ocurrió a escasos metros de un retén policial, y el chofer de la micro, a instancia de los pasajeros, retornó para dejar a los lesionados en el consultorio de Quebrada Verde, donde recibieron las primeras atenciones, para luego ser derivados al Van Buren. Les realizaron radiografías y les diagnosticaron TEC abierto y heridas contusa cortantes, por lo que fueron suturados.
Según Dayane no es primera vez que apedrean la micro 520. En otra ocasión cuando iba con su hija a la altura de población Montedónico, otros menores también la atacaron pero salvó ilesa. En su caso el shock es mayor, considerando que el año pasado hizo noticia, luego que en las afueras del hospital Van Buren una mujer con problemas mentales le arrojara un vaso con café caliente a la cara. Incluso su caso salió en la televisión. Quedó con secuelas. "Tengo un astigmatismo en el ojo izquierdo, debo usar lentes para ver de lejos. En lo legal no pasó nada porque ella es esquizofrénica y se la sacó por loca. Ahora sucede esto de la micro con menores de edad, donde uno pasa un mal rato por padres que no se preocupan de lo que hacen su hijos", asevera la joven que reconoce aumentó su miedo a salir a la calle tras estos episodios en su vida.