Si en algo molestaron las críticas formuladas a la actitud y el nivel futbolístico que mostró Everton la semana pasada en Curicó, es porque el cuadro viñamarino -bajo las órdenes de Carlos Medina- puede dar mucho más.

Y ayer en Playa Ancha, se demostró aquello. Si en rigor, fue otro Everton. Un equipo aguerrido, comprometido y que presionó arriba para terminar por derrumbar a un Magallanes por 3-1.

Con el ingreso de titular de Camilo Ponce (quien al fin se sacó la "mufa" y tras farrearse uno claro, anotó dos tantos) en lugar del "Coke" Romo, Everton fue mucho más claro y directo ante un rival que si bien no vino a defenderse, no tuvo las armas para contrarrestar el mejor fútbol de los viñamarinos.

Tras el "numerito" inicial protagonizado por un puñado de hinchas locales (ver nota aparte), Everton comenzó a tomar la iniciativa, pese a que con el viento a favor, el pase final de sus volantes... tendía a irse largo. Así estaban cuando Maximiliano Ceratto, un luchador por excelencia, se avivó ante la salida del meta Paillaqueo y le punteó un balón que iba a sus manos, para después, ya casi desde el suelo, empujarla hasta el fondo de la red (20').

Aquel tanto fue casi la única ocasión de riesgo que hubo en el primer tiempo, salvo por otra clara que tuvo Canío, quien, sólo a los 39' y a la altura del punto penal, optó por hacerle un sombrerito al golero albiceleste en vez de reventarle la red.

aseguró el triunfo

Tras el descanso y apenas reiniciado el fútbol (16 segundos, en rigor), Camilo Ponce tuvo una ocasión clara en una jugada en donde sin rivales al frente, elevó con pierna derecha. Ya a esas alturas, los hinchas de Everton temían por una farra ya que al frente, Magallanes igual insinuaba algo. No obstante, fue el propio Ponce quien tranquilizó a los fanáticos al definir ahora por abajo, tras un gran pase -de taco- de Cristián Canío (55').

Con el 2-0 y la posterior expulsión del magallánico Roberto Ordenes (quien al margen de mandar lejos el balón... se fue de madre a los 54'), se pensó que Everton tendría un final tranquilo en Playa Ancha. Pero ante el primer descuido y el paraguayo Carlos González que gana un cabezazo para colocar el 1-2 a los 68'.

Tras ello, hubo unos siete minutos de tensión en Everton, pero Camilo Ponce aseguró los puntos a los 77', ahora definiendo con pierna izquierda. La posterior y absurda expulsión de Alejandro Gaete desde la banca... sin comentarios. J

l Corría recién el minuto 8 del partido entre Everton y Magallanes, cuando en el sector de Andes (justo al lado de la galería norte), un grupo de unos 5 ó 6 hinchas ruleteros, correteaban con una cantidad similar de guardias de seguridad. Tras ello, otros veinte "tontorrones" se desplegaron desde la barra oficial de Everton para colgarse de las rejas e intentar así amedrentar a los guardias, solidarizando con "los suyos".

Tras ello, unos tres o cuatro hinchas saltaron a la cancha y uno literalmente boxeó a un guardia (fotografía de la izquierda), propinándole tres o cuatro golpes de puño al rostro. Segundos después, y al percatarse que otros guardias iban en ayuda de su colega mal herido, el "hincha" de Everton no encontró nada mejor que correr, arrancar y meterse a la cancha, por lo que el pleito tuvo que ser suspendido por tres minutos. Ya en la cancha, el hincha fue detenido y pasado a disposición de Carabineros.

Un hecho vergonzoso (¿qué pasa con Estadio Seguro?) y que podría acarrearle problemas a la localía de Everton en Playa Ancha. J